El comisionado de la policía de Baltimore dijo que “la ciudad está estable” luego que las autoridades hicieron cumplir el toque de queda con el que se intenta frenar la violencia desatada a raíz de la muerte de un joven negro que murió en custodia de la policía.
La policía en trajes antimotines confrontó a un pequeño grupo de manifestantes que quedaban en las calles desafiando el toque de queda, el cual entró en efecto a las 10 de la noche del martes.
La multitud se había reunido en una intersección en la zona oeste de la ciudad donde ocurrieron los peores actos de pillaje el lunes. Cuando la policía les ordenó dispersarse, algunos respondieron lanzando botellas e insultando a los policías. Pero una hora más tarde, la mayoría había abandonado el área.
Docenas de miembros de la Guardia Nacional patrullaban las calles en vehículos militares.
“El toque de queda está, en verdad, funcionando”, dijo el comisionado Anthony Betts a los reporteros. “Lo mejor es que los ciudadanos están seguros, la ciudad está estable, esperamos mantenerla así”.
Betts dijo que unas diez personas fueron arrestadas por no cumplir con el toque de queda.
Algunos residentes salieron a limpiar las calles y otros trajeron alimentos y agua a los policías que patrullaban la ciudad, una gran diferencia con lo que sucedió el lunes por la noche cuando 235 personas fueron arrestados, 20 policías resultaron heridos y casi 150 vehículos fueron incendiados.
La alcaldesa Stephanie Rawlings-Blake pasó la mayor parte del día visitando algunos barrios y al final dijo que había visto lo que realmente es Baltimore –gente reclamando y sanando su ciudad.
El presidente Barack Obama dijo que las protestas muestran“una preocupación legítima” sobre la muerte de Freddie Gray, un joven negro que murió por una severa lesión en la columna dorsal luego de ser arrestado. Pero el presidente dijo que los vándalos deben ser tratados como criminales porque no hay excusa para la violencia.