El papa Francisco envió un vídeo en portugués para los aficionados y organizadores de la Copa Mundial pidiendo que el evento sea un ejemplo de solidaridad y trabajo en equipo, no una exhibición de racismo y codicia.
"Para ganar uno debe imponerse al individualismo, el egoísmo y toda forma de racismo, intolerancia y manipulación", dijo, y añadió que la codicia en el fútbol, al igual que en la vida, es un serio obstáculo. "Que nadie le dé la espalda a la sociedad ni se sienta excluido. No a la segregación y al racismo".
Para ser retransmitido en la televisión brasileña justo antes del primer partido que inaugura el Mundial, el pontífice, gran amante del fútbol, dijo que el deporte no era sólo una forma de ocio, sino sobre todo un medio de promover el bien y construir una sociedad pacífica y fraternal más justa.
"Mi esperanza es que, además de ser una fiesta del deporte, el Mundial pueda convertirse en una fiesta de la solidaridad entre los pueblos"—señaló—.El deporte es una escuela de paz. Nos enseña a construir la paz".
Como arzobispo de Buenos Aires, el papa argentino era seguidor del club de fútbol San Lorenzo y ahora es miembro de honor del conocido como los Santos de Boedo, que lleva el nombre del barrio donde se fundó en 1908 por un grupo de jóvenes entre los que había un sacerdote.
"Para ganar uno debe imponerse al individualismo, el egoísmo y toda forma de racismo, intolerancia y manipulación", dijo, y añadió que la codicia en el fútbol, al igual que en la vida, es un serio obstáculo. "Que nadie le dé la espalda a la sociedad ni se sienta excluido. No a la segregación y al racismo".
Para ser retransmitido en la televisión brasileña justo antes del primer partido que inaugura el Mundial, el pontífice, gran amante del fútbol, dijo que el deporte no era sólo una forma de ocio, sino sobre todo un medio de promover el bien y construir una sociedad pacífica y fraternal más justa.
"Mi esperanza es que, además de ser una fiesta del deporte, el Mundial pueda convertirse en una fiesta de la solidaridad entre los pueblos"—señaló—.El deporte es una escuela de paz. Nos enseña a construir la paz".
Como arzobispo de Buenos Aires, el papa argentino era seguidor del club de fútbol San Lorenzo y ahora es miembro de honor del conocido como los Santos de Boedo, que lleva el nombre del barrio donde se fundó en 1908 por un grupo de jóvenes entre los que había un sacerdote.
