El crecimiento de la economía estadounidense y el fortalecimiento del dólar afectarían negativamente a las economías emergentes, como es el caso de América Latina, cuyas previsiones de expansión fueron reducidas en el nuevo informe de Perspectivas Económicas Globales presentado por el economista en jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Oliver Blanchard.
“Los bajos precios de las materias primas están afectando países en América Latina, los que (...) seguirán enfrentando bajos precios en esos productos. Ese es un reto para ellos", dijo Blanchard en Beijing, China.
Según las proyecciones del FMI, Latinoamérica crecerá económicamente en el 2015 hasta un 1,3 por ciento, nueve décimas menos que el pronóstico de octubre pasado, y hasta un 2,3 por ciento en 2016.
“En general, pienso que los mercados emergentes enfrentan dos retos. El primero, las altas tasas de interés en Estados Unidos, que los obligaran a tener altas tasas de interés en general", dijo Blanchard.
El segundo es el bajo crecimiento de la actividad.
"El 2015 debe ser un año de acción. Esto significa la eliminación de las profundas distorsiones en los mercados de trabajo y de productos, modernización de la infraestructura, significa la liberación del comercio y seguir adelante con las reformas en materia de educación, salud y redes de seguridad social", dijo por su parte la directora del FMI, Christine Lagarde, la semana pasada.
El FMI pronostica un crecimiento global de 3,5 por ciento en 2015, e insistió en que se continúen las políticas de estímulo económico.
Estados Unidos crecerá un 3,6 por ciento en 2015, la Unión Europea un 1,1 por ciento y Japón un 0,6 por ciento.
Blanchard dijo que a pesar de la disminución de los precios del petróleo, no todos se beneficiarán de la reducción de precios.
El precio del petróleo ha caído desde alrededor de $100 dólares por barril en junio pasado, a menos de $50 dólares el barril.
"Por un lado, las principales economías se están beneficiando de la caída en el precio del petróleo", dijo Blanchard. "Pero, por otra parte, en muchas partes del mundo, las perspectivas de largo plazo más bajas afectan negativamente a la demanda, a la inversión y se traduce en una fuerte resaca".