El presidente Barack Obama celebró nuevamente el acuerdo alcanzado en el Congreso, agradeciendo a los legisladores “demócratas y republicanos responsables”, aunque dijo comprender porque la gente “está harta de Washington”.
Lejos de ofrecer algún gesto conciliatorio, el mandatario arremetió contra los republicanos por “el espectáculo que hemos visto en las últimas semanas”, pero se mostró optimista de que, a pesar de lo que ha costado a los estadounidenses y a la economía, hay posibilidades de recuperarse.
“Somos la nación indispensable en la que el resto del mundo espera invertir”, dijo. “Nuestro crédito sigue incuestionable”, pero advirtió que el país debe seguir progresando y que debe cambiar el modo en que se hacen las cosas.
Propuso tres temas para seguir trabajando: negociar un presupuesto “balanceado y responsable”, especialmente ahora que la ley que firmó anoche lo requiere; terminar el trabajo de reparar un sistema inmigratorio arruinado; y aprobar una nueva ley agrícola.
“Las tres harían una gran diferencia si nos enfocamos en lo que es bueno para el pueblo estadounidense”, agregó.
Prometió buscar "socios dispuestos a hacer lo que hay que hacer", añadiendo que "no hay razón para no poder gobernar responsablemente a pesar de nuestras diferencias".
El presidente terminó agradeciendo a los trabajadores federales por su sacrificio durante esta crisis.
Lejos de ofrecer algún gesto conciliatorio, el mandatario arremetió contra los republicanos por “el espectáculo que hemos visto en las últimas semanas”, pero se mostró optimista de que, a pesar de lo que ha costado a los estadounidenses y a la economía, hay posibilidades de recuperarse.
“Somos la nación indispensable en la que el resto del mundo espera invertir”, dijo. “Nuestro crédito sigue incuestionable”, pero advirtió que el país debe seguir progresando y que debe cambiar el modo en que se hacen las cosas.
Propuso tres temas para seguir trabajando: negociar un presupuesto “balanceado y responsable”, especialmente ahora que la ley que firmó anoche lo requiere; terminar el trabajo de reparar un sistema inmigratorio arruinado; y aprobar una nueva ley agrícola.
“Las tres harían una gran diferencia si nos enfocamos en lo que es bueno para el pueblo estadounidense”, agregó.
Prometió buscar "socios dispuestos a hacer lo que hay que hacer", añadiendo que "no hay razón para no poder gobernar responsablemente a pesar de nuestras diferencias".
El presidente terminó agradeciendo a los trabajadores federales por su sacrificio durante esta crisis.