Ante el miedo y la incertidumbre por el estado de la economía global, los inversionistas buscan la relativa seguridad de los bonos del Tesoro estadounidense, cuyos rendimientos caen a niveles inéditos.
El interés sobre el bono a 10 años cayó a 1,34% en las primeras horas del miércoles, apenas por debajo del récord anterior de 2012.
Históricamente, cuando surgen temores de una posible recesión, los inversionistas ponen su dinero en refugios como los bonos estadounidenses, cuyos rendimientos caen en picada.
La señal del mercado parece más turbia que de costumbre, y dista de haber consenso entre los economistas de que se acerca una recesión.
A principios de junio, el rendimiento era de 1,85%. Entonces el gobierno estadounidense emitió un informe tibio sobre empleos en mayo. Y los británicos votaron salir de la Unión Europea, un resultado que sorprendió a los mercados y acrecentó los temores sobre el estado del orden económico global.
Lo raro del bono del Tesoro es que la economía estadounidense, la más grande del mundo, luce relativamente sólida, mucho más que la mayoría de las economías desarrolladas.