El presidente español, Mariano Rajoy, pidió una respuesta más allá del país. "Hoy la lucha contra el terrorismo es la principal prioridad de las sociedades libres y abiertas como la nuestra, es una amenaza global y la respuesta tiene que ser global", dijo.
El atentado es el más mortal que sufre España desde el 11 de marzo de 2004, cuando militantes islamistas detonaron bombas en trenes de cercanías en Madrid, matando a 191 personas e hiriendo a más de 1.800.
"Somos un pueblo que respeta la democracia, libertad y Derechos Humanos (...) En esta ocasión los españoles también vamos a vencer", agregó Rajoy.
La Casa Real española también se expresó a través de Twitter: "Son unos asesinos, simplemente unos criminales que no nos van a aterrorizar. Toda España es Barcelona. Las Ramblas volverán a ser de todos".
Entre tanto el presidente de Estados Unidos Donald Trump condenó el ataque en Barcelona, prometiendo que hará todo lo que sea necesario para ayudar. "Sean duros y fuertes", escribió.
La esposa del presidente de Estados Unidos Donald Trump, expresó sus condolencias minutos antes que el mandatario estadounidense.
El vicepresidente de Estados Unidos Mike Pence, también condenó el ataque desde Panamá, en medio de su último día de visita por Latinoamérica.
El ex presidente de Estados Unidos Barack Obama, también rechazó lo sucedido en Barcelona.
Otros Gobiernos, presidentes y líderes de distintos lugares del mundo, manifestaron su rechazo al ataque terrorista a través de su cuenta de Twitter.
Un portavoz del Vaticano dijo que el Papa Francisco estuvo rezando "por las víctimas de este atentado deseando expresar su cercanía a todo el pueblo español, especialmente a los heridos y a las familias de los fallecidos".
Por su parte el futbolista argentino Lionel Messi rechazó el jueves el ataque terrorista que dejó al menos 12 muertos y decenas de heridos en Barcelona, y dijo que la ciudad no se rendirá ante la violencia.
En su cuenta en Instagram, la estrella del club Barcelona del fútbol español dijo: "Quiero mandar mis condolencias y todo mi apoyo a las familias y amigos de las víctimas del terrible atentado en nuestra amada Barcelona, además de rechazar totalmente cualquier acto de violencia".
"No nos vamos a rendir, somos muchos más los que queremos vivir en un mundo en paz, sin odio y donde el respeto y la tolerancia sean las bases de la convivencia", agregó en un posteo que acompañó con una foto panorámica de la ciudad y un crespón negro.
Messi vive en Barcelona desde hace casi dos décadas, cuando llegó desde su Rosario natal para sumarse a las divisiones menores del equipo culé, el único por el que ha jugado en su exitosa carrera.