Los aranceles del presidente Donald Trump no afectarán necesariamente a mexicanos ni a chinos, ni tampoco a los jóvenes de buen nivel económico.
Según los expertos, el precio más alto de las medidas con las que Trump intenta doblegar a China y México a su voluntad lo pagarán los estadounidenses de menores ingresos. Éstos ya viven cerca del borde y tendrían que pagar más por productos básicos de consumo.
Jay Shambaugh, investigador sénior del Instituto Brookings, dijo que para muchos hogares de bajos recursos, “los aranceles son un impuesto sobre el consumo, y es probable que deban reducir gastos”.
El presidente Trump anunció la semana pasada su plan de imponer un arancel de 5% sobre los productos importados de México si este país no detiene los cruces no autorizados de la frontera. Se elevarán a 25% en los próximos meses si México no detiene el flujo de inmigrantes y solicitantes de asilo.
En mayo elevó los aranceles sobre las importaciones chinas de 10% a 25% a fin de presionar a Beijing con el objeto de lograr mejores condiciones para el comercio bilateral.
No obstante, en lugar de obligar a China y México a hacer concesiones, los aranceles podrían afectar de rebote a los consumidores y empresas estadounidenses. Elevarían los precios de frutas y verduras e interrumpirían la cadena de suministros de autopartes, lo cual afectaría las ventas de vehículos.
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