El secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrão, aseguró en una entrevista con la Voz de América que, a pesar de los avances, la región también ha tenido algunos retrocesos en materia de derechos humanos.
“Tenemos situaciones donde hay ejemplos muy claros, donde los derechos humanos están avanzando. Se genera una conciencia cada vez más apta sobre la importancia de defenderlos y protegerlos. Pero así mismo, como en toda la historia, también hay algunos ejemplos de retroceso”, indicó.
Entre los problemas que ha identificado la región, Abrão mencionó la migración centroamericana, la diáspora nicaragüense, la situación de “exilio forzado” a la que se ven expuestos los venezolanos por la crisis en su país, y los desafíos propios de Haití.
Específicamente sobre la nación sudamericana, indicó que Venezuela “necesita primero superar un ambiente de crisis política que está afectando la propia situación de los derechos humanos”.
“La comisión ha dicho, en sus pronunciamientos públicos, sobre la necesidad de una construcción de una salida democrática a la crisis, que respete los derechos humanos. Que tenga a las personas en el centro de la atención”, agregó.
Otros de los temas conversados fue Nicaragua. Abrão recordó el informe realizado por la comisión de la CIDH y que ayudó a visibilizar la crisis política del país centroamericano.
“Hoy entendemos que sigue un ambiente de intimidación y hostigamiento a la población de Nicaragua”, afirmó.
Abrão también se refirió a la situación generada por la migración centroamericana a EE.UU. y la política del presidente Donald Trump de buscar frenarla poniendo obstáculos en las fronteras.
“Para nosotros migrar es un derecho humano. Para nosotros los estados de origen, tránsito y destino tienen obligaciones internacionales que cumplir. Si los estados arman internamente algún tipo de plan intrarregional para disminuir los causales que generan estas migraciones forzadas, estaremos de acuerdo”, expuso.
“Desde la perspectiva de los organismos internacionales, los estándares deben ser respetados por todos”, indicó, agregando que los países que tienen “más estructura y más capacidad de protección deben dar el ejemplo de la implementación de los derechos humanos”.
De las negociones entre EE.UU., México y Guatemala, dijo que espera que “al final de ese proceso tengamos una región que sea más equilibrada, que tenga más estabilidad”.
Este año se conmemoran los 60 años de la CIDH, órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
