El diario nicaragüense La Prensa planifica seguir informando a través de su plataforma digital, afirmó su director Jaime Chamorro Cardenal, en respuesta al bloqueo aduanero impuesto por el presidente Daniel Ortega que les impide importar el papel que necesitan para imprimir su edición.
“Esa es la esperanza… esa es la esperanza”, dijo el octogenario director de La Prensa, quien aún recuerda el primer cierre de La Prensa, ordenado en 1944 por el entonces presidente, Anastasio Somoza GarcÍa, primero de la DinastÍa Somoza.
El Nuevo Diario, el segundo diario nacional en Nicaragua, anunció la semana pasada que suspendía su publicación debido a las limitaciones financieras y técnicas ocasionadas por la retención de miles de dólares en papel, tintas y repuestos para su imprenta.
“Para nosotros, informar es la vida”, afirmó Chamorro, cuyo hermano Pedro Joaquín fue asesinado en enero de 1978, marcando el inicio de una explosión de protesta popular que en junio del 1979 puse fin a más de 50 años de gobiernos Somoza.
Pero si informar es su vida, La Prensa está lejos de la salud plena. Para sobrevivir, han reducido los salarios del área administrativa, han reducido el número de páginas de sus ediciones, han eliminado un 70 por ciento del personal periodístico, incluyendo periodistas, fotógrafos, diseñadores gráficos, y otro personal de apoyo.
“Se trata de ajustarnos a la situación real de los ingresos de la empresa”, explicó Eduardo Enríquez, editor jefe de La Prensa. “La idea es sobrevivir con lo que se tiene y ya por último seguir informando desde la página web basado en suscripciones para el acceso a la página”.
Enríquez explicó que a partir del inicio de las protestas en marzo del 2018, las empresas, previendo una profunda crisis, suspendieron sus compras de anuncios publicitarios, afectando severamente uno de los principales ingresos que tenían los dos diarios nicaragüenses.
“El ambiente en la Redacción es difícil porque aunque les decimos que vamos a seguir publicando a como sea, muchos se preguntan si eso se ajustará a la realidad, dijo Enríquez. “Esto encima de que cuando salen tienen muchas dificultades para conseguir la información y cuando hay protestas ellos son tan blanco de la represión a como lo son los manifestantes. No es como que los van a respetar”, agregó.
A los periodistas de los medios independientes, el gobierno de Daniel Ortega les tiene prohibido desde años atrás el acceso a los actos oficiales y a la información pública.
Según Enríquez, el contenido noticioso del portal de La Prensa es ya mucho más amplio que el de la edición impresa, ya que esta tiene que lidiar con un menor espacio debido a las medidas de austeridad del papel.
Hasta el año pasado, el acceso al portal digital de La Prensa era gratuito. Poco después de las protestas de abril, La Prensa intentó capitalizar el incremento de visitas empezando a limitar el acceso para lograr un aumento de las suscripciones pagadas. Pero en un país empobrecido, los resultados no fueron los óptimos.
Chamorro pide a los nicaragüenses dentro y fuera del país, que apoyen la agredida libertad de prensa suscribiéndose a la página digital de La Prensa, un diario que fue primero censurado y luego clausurado en 1986, en un momento de la cruenta guerra que se libraba con los llamados “contras” antisandinistas.
“Sabemos que vamos a sobrevivir”, dijo Chamorro. “No es la primera vez que nos han cerrado, y siempre hemos regresado”.