Ha vivido en primera persona las represalias del gobierno de Daniel Ortega. Se ha jugado la vida en más de una ocasión por informar y denunciar la crisis en Nicaragua. Incluso se pasó 172 días en una cárcel de máxima seguridad por defender la libertad de prensa.
Pese a todo eso, Miguel Mora lo tiene claro: lo volvería a hacer. El creó 100% Noticias, una televisora libre y alternativa al régimen sandinista cuyo objetivo principal era “no aceptar la censura” y “mantener la posición de informar”, dice el periodista a la Voz de América.
Pero sabe que, hoy por hoy, sus objetivos son muy difíciles de cumplir, especialmente por la situación política que hay en su país. Por eso, dice que cree que la mejor salida para superar este complicado escenario es la celebración de unas elecciones adelantadas y transparentes.
“Exigimos que se escuche al pueblo de Nicaragua: elecciones limpias, justas, súper vigiladas y transparentes para que el pueblo decida quién va a ser el próximo gobernante, con un nuevo gobierno, una nueva Asamblea Nacional y que regrese la democracia que nos ha robado la dictadura sandinista”, subraya.
Su plataforma, ahora confiscada por el régimen de Ortega, empezó a ganar notoriedad a partir del 18 de abril de 2018, cuando se desataron las violentas revueltas por las reformas del sistema del seguro social. La represión a los grupos opositores por parte del gobierno y la policía nacional dejó un saldo de 325 muertos por disparos con armas de guerra en la garganta, en el pecho y la cabeza.
“Eso venía desde el 2007, cuando Daniel Ortega retoma nuevamente el poder junto al Frente Sandinista con un plan de desarticular todas las instituciones democráticas”, relata Miguel Mora a la VOA.
Sobre eso, también cuenta que “poco a poco, (el gobierno de Ortega) fue asumiendo más poder hasta el punto de malversar o hacer fraudes electorales, lo que le daba un control total de la Asamblea Nacional y reformar la Constitución para perpetuarse en el poder”.
Fue ese fatídico día de abril de 2018 que tomó la decisión “de cubrir esa información”, dice, a sabiendas de las represalias que podían haber.
“Era la información de un pueblo que se revelaba, sobre todo su juventud”, remarca admitiendo que, desde mucho antes, ya se estaban orquestando “campañas de difamación, de confiscación y amenazas de muerte” contra aquellos que denunciaban lo que estaba pasando en el gobierno, explica.
“A mí me tuvieron 172 días en la cárcel, el día que censuraron y cerraron el canal me llevaron preso y pasé de diciembre de 2018 a junio de 2019 en una cárcel de máxima seguridad”, señala Mora, que estuvo estos días en el sur de la Florida para participar en la 75ª Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) donde, precisamente, se analizó la falta de libertad de prensa en Nicaragua, Venezuela y Cuba.
En sus declaraciones a la VOA, dice que ahora que vuelve a ser libre “gracias a la fuerte presión nacional e internacional” y que puede ver las cosas con una mayor perspectiva, no se arrepiente de nada. Y afirma que lo volvería a hacer porque “el periodismo nicaragüense independiente no está dispuesto a aceptar ni a someterse a la censura”.
Aunque ya no está preso, Mora apunta que las represalias por su defensa a la libertad de prensa continúan, dice que en las instalaciones de su canal de televisión siguen los militares, paramilitares y policías que han tomado todo el edificio.
“Nos tienen prácticamente censurados, nos han quitado todas las licencias, nos congelaron todas las cuentas y ya nos han amenazado con que nos pueden volver a capturar cuando ellos quieran”, advierte.
“¿Quién no tiene miedo? Todos tenemos miedo”, confiesa. “Mucha gente, en diferentes profesiones, tiene miedo, y en nuestro caso queremos decir la verdad, ser un contrapoder, estar al lado del pueblo”, añade.
Y así lo seguirá haciendo, dice Miguel Mora. “Esa es la esencia del periodismo en Nicaragua y en el mundo: Dar la información oportuna en el momento más crítico para que el pueblo tome sus mejores decisiones”, finaliza.