La situación creada por el asesinato de líderes sociales e indígenas en el Cauca colombiano, que llevó al presidente Iván Duque a realizar un consejo de seguridad en Santander de Quilichao, continúa, así lo afirma la Organización Nacional Indígena de Colombia.
El colectivo identificó a la última víctima mortal como Jesús Mestizo, comunero indígena y defensor de derechos humanos, cuyo homicidio se registró el domingo 3 de noviembre en el municipio de Toríbio.
El problema ha escalado al grado que está siendo monitoreada por el secretario general de la ONU, indicó su vocero, Stéphane Dujarric.
“Estamos obviamente siempre preocupados por lo que a menudo se considera asesinatos extrajudiciales y violencia, y es importante que el gobierno investigue a fondo estos casos y lleve a los responsables ante la justicia”, dijo Dujarric.
A esta petición se unió Jhovany Yule, del Resguardo Indígena de Huellas Caloto, que conversó con la Voz de América, y se refirió a los ataques registrados, desde hace meses, por el Consejo Regional Indígena del Cauca, en zonas donde solía tener presencia el grupo guerrillero de las FARC.
“Hoy lo que estamos viviendo en Colombia, y en esta región, es un genocidio de los pueblos indígenas, por eso la preocupación nuestra, y la hemos denunciado a nivel nacional y a nivel internacional”.
Alberto Sánchez, Asesor de la Secretaría de Seguridad y Justicia
para temas de seguridad ciudadana, reconoce la presencia de grupos al margen de la ley en esta zona de cultivos ilícitos y rutas de narcóticos y su posible relación con estos ataques.
“El mapa regional del Valle del Cauca, el rol regional del Valle como un territorio, una zona en la que hay algunos intereses criminales, hay disposición de la fuerza pública para contrarrestarlos, si está cambiando las condiciones de orden público en algunos territorios", dice el funcionario a la Voz de América.
Agrega que hoy las zonas críticas lo son porque comparten nexos y problemas entre grupos criminales y las disidencias (de las guerrillas), "no son ni el único y yo creo que en este momento tampoco son el más grave", asegura.
Para el experto, el Clan del Golfo representa una amenaza mucho más grande, así como los Pelusos son un problema que está cerca de zonas urbanas.