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Bolivia: Tras denunciar golpe de Estado, Morales llamó al diálogo a fuerzas políticas


El presidente de Bolivia, Evo Morales, se dirige a los medios de comunicación en el hangar presidencial en la terminal de la Fuerza Aérea de Bolivia, El Alto, Bolivia, 9 de noviembre.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, se dirige a los medios de comunicación en el hangar presidencial en la terminal de la Fuerza Aérea de Bolivia, El Alto, Bolivia, 9 de noviembre.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, llamó este sábado a la oposición a instalar una mesa de diálogo, tras haber denunciado un golpe de estado, en la noche del viernes.

En una conferencia de prensa, Morales dijo que que convoca “al diálogo a los partidos que han obtenido asambleístas en las últimas elecciones nacionales, son cuatro partidos”.

"Está en marcha un golpe de Estado por grupos violentos, antidemocráticos, un golpe contra el pueblo humilde, los indígenas, los movimientos sociales, pido la movilización de todos, una movilización pacífica para defender la democracia", señaló.

Tras los motines policiales, que se presentaron en la noche del viernes en Bolivia, el presidente y su gobierno denunciaron un golpe de estado por parte de grupos violentos.

"Hermanas y hermanos, nuestra democracia está en riesgo debido al golpe de estado que han lanzado grupos violentos que socavan el orden constitucional", tuiteó Morales.

"Denunciamos este intento contra el estado de derecho ante la comunidad internacional". Y convocó al pueblo a cuidar la democracia y preservar la paz, en mensajes escritos casi a la media noche del viernes.

Fuerzas policiales llevaron a cabo actos de "motín" en apoyo de las protestas de la oposición en medio de un enfrentamiento de una semana en una disputada elección.

El Ministerio de Relaciones Exteriores también dijo, en un comunicado el sábado, que un golpe de estado estaba "en proceso" por parte de grupos cívicos radicales, y agregó que algunos oficiales de policía habían "abandonado su papel constitucional de garantizar la seguridad de la sociedad y las instituciones estatales".

Según el diario La Razón, antes del pronunciamiento de Morales, el ministro de Defensa, Javier Zavaleta, había dicho que las Fuerzas Armadas no serán acuarteladas ni movilizadas ante lo que ocurre en diferentes ciudades.

“Quiero dejar en claro que el presidente Evo Morales y nuestro Gobierno han dado una orden estricta a las Fuerzas Armadas a que bajo ninguna circunstancia va haber un acuartelamiento, ni ninguna operación en calles de ninguna ciudad. Por tanto, la situación de las Fuerzas Armadas en los nueve departamentos y todo el país es de normalidad”, afirmó el ministro tras una reunión con Morales y el ministro de Gobierno, Carlos Romero, según la publicación del diario boliviano.

Luis Fernando Camacho, un líder cívico de la ciudad oriental de Santa Cruz que se ha convertido en un símbolo de la oposición, respondió al tuit de Morales, diciendo: "No estamos derrocando un gobierno, estamos liberando toda una Nación!"

Camacho planea liderar una marcha al palacio de gobierno el lunes con una carta de renuncia simbólica preescrita para que Morales la firme.

Policía abandona Casa de Gobierno

La agencia AP informó que policías que custodian los exteriores del palacio presidencial en La Paz se replegaron el sábado a sus cuarteles y los manifestantes ingresaron pacíficamente hasta las puertas de la casa de gobierno en medio de una crisis policial que estalló la víspera. El presidente Evo Morales no estaba en su despacho.

Por su parte, el diario El Deber señaló que las unidades policiales y militares amanecieron el sábado con vigilias ciudadanas, "en el primer caso para apoyar a los amotinados y en el segundo para pedir que los miembros de las Fuerzas Armadas no actúen".

Sin embargo, La Razón informó que continúa el motín policial y que se espera la llegada de manifestantes de varios departamentos a La Paz".

La crisis política detonó un motín policial en varias regiones la noche del viernes. Los funcionarios fueron evacuados del palacio presidencial, que sólo quedó bajo custodia de la guardia presidencial militar en sus interiores. Minutos después los manifestantes abandonaron la plaza de armas y se apostaron fuera de las barras de protección.

Un agente que custodiaba el perímetro del edificio declaró a medios locales sin dar su nombre que los agentes decidieron “replegarse” para hacer escuchar sus demandas. “No es un motín, estamos replegándonos porque tenemos nuestros propios pedidos”, dijo.

El sábado más policías se replegaban a sus cuarteles y no había patrullaje en las calles, informó AP. Los amotinados reclaman mejoras salariales, mejores condiciones de trabajo y la renuncia de su comandante. En uno de sus pedidos demandan “independencia política para no ser instrumento de ningún gobierno”.

Los bolivianos marcharon nuevamente en varias ciudades el viernes por la noche y hubo casos dispersos de policías que se unieron a las protestas, lo que aumentó la presión sobre Morales.

En la ciudad de Cochabamba, escenario de recientes enfrentamientos violentos, testigos de Reuters vieron a policías que protestaban en el techo de su cuartel general en un aparente acto de desobediencia contra el gobierno.

Adriana Salvatierra, jefa del Senado y miembro del partido gobernante, pidió calma el sábado y dijo a los periodistas que el gobierno estaba estableciendo un diálogo con la policía para encontrar una solución pacífica al problema.

Morales, el líder más antiguo de América Latina, ganó las elecciones el 20 de octubre, pero el recuento de votos se detuvo inexplicablemente durante casi un día, lo que provocó acusaciones de fraude y provocó protestas, huelgas y bloqueos de carreteras.

Con información de Reuters y AP.

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