Un policía de Hong Kong resultó herido este domingo en la pierna por una flecha disparada por un manifestante durante enfrentamientos cerca de un campus en la zona de Kowloon, convertida en el principal frente de las protestas prodemocracia en esta ex colonia británica.
El agente, que fue hospitalizado, estaba desplegado en los enfrentamientos cerca de la Universidad Politécnica (PolyU) de Hong Kong.
La policía usó cañones de agua y lanzó varias granadas lacrimógenas contra los manifestantes que ocupaban el campus de la PolyU.
Un vehículo blindado de la policía fue incendiado por cócteles molotov cuando intentaba despejar un puente ocupado por militantes cerca del campus, según imágenes transmitidas por los medios de comunicación locales.
Hong Kong vive desde junio manifestaciones sin precedentes contra la injerencia de Pekín en este territorio semiautónomo de 7,5 millones de habitantes, que sufre su mayor crisis política desde que en 1997 volviera a la soberanía china.
El domingo por la mañana, decenas de partidarios del gobierno local prochino se habían congregado para intentar desmontar las barricadas que bloquean, no muy lejos de la PolyU, la entrada del Cross Harbour Tunnel, uno de los tres túneles que permiten el acceso a la isla de Hong Kong, que está cerrado desde el martes.
Este grupo de 80 a 100 habitantes cantaba, alentándose mutuamente, mientras retiraba los escombros, pero luego manifestantes vestidos de negro volvieron a reconstruir las barricadas.
Al anochecer, la policía que intentaba recuperar el control de un puente peatonal que atraviesa el túnel se enfrentó a las bombas de cócteles molotov, desatándose el fuego.
En Kowloon, militantes que se escondían detrás de paraguas lanzaron hasta la noche cócteles molotov hacia la policía que respondía con gases lacrimógenos.
Anteriormente, los militantes habían frustrado un intento de la policía de entrar en el campus, lanzando piedras con una catapulta desde el tejado de PolyU.
Los manifestantes buscan conservar el control del campus como una base para lanzar nuevas acciones el lunes.
"Necesitamos una base para guardar nuestro material y descansar en la noche, antes de la batalla de mañana", declaró un estudiante de 23 años de la PolyU que se identificó como Kason.
La crisis ha entrado esta semana en una nueva fase, más radical, con la adopción por los manifestantes de la estrategia de "Eclosión general" ("Blossom Everywhere"), que consiste en multiplicar los bloqueos y los actos de vandalismo, y poner a prueba las capacidades de la policía.
Estas acciones provocaron el caos en Hong Kong, paralizando casi completamente el metro y provocando el cierre de colegios y centros comerciales.
Una consigna colgada en un foro aboga para el lunes por "una acción de madrugada", dando a entender que los bloqueos van a proseguir: "Levántense temprano, actúen directamente contra el régimen, estrangulen la economía para acentuar la presión".
El sábado, soldados chinos salieron brevemente de sus cuarteles en este territorio para ayudar a limpiar escombros y barricadas dejadas por las protestas.
Las salidas del ejército chino en esta ex colonia británica son excepcionales y los militares se mantienen en un discreto segundo plano.
Pero el hecho tiene un carácter simbólico, pues la denuncia de las injerencias chinas en este territorio semiautónomo está en el centro de las reivindicaciones de los manifestantes.
El gobierno local de Hong Kong precisó que no solicitó la ayuda de las tropas chinas y que su salida "fue iniciativa suya".
Los medios oficiales chinos advirtieron que el Ejército Popular de Liberación (EPL) de China se reserva la posibilidad de intervenir.
La movilización pro democracia empezó con el rechazo a un proyecto de ley que autorizaba las extradiciones a China continental, donde la justicia está bajo la influencia del Partido Comunista.
El texto fue retirado en septiembre, pero los manifestantes ampliaron sus reivindicaciones, que incluyen el sufragio universal para elegir al jefe del ejecutivo de Hong Kong.
Dos personas han muerto desde principios de mes, mientras la plaza financiera está sumida en la recesión.
Este domingo, la autoridad aeroportuaria local anunció una caída del tráfico del 13 por ciento en octubre respecto a octubre de 2018, con un total de 5,4 millones de pasajeros.