Estados Unidos, México y Canadá llegaron a un acuerdo para la firma del nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con el objetivo de mejorar los intercambios comerciales entre estos países de la región.
Esta resolución ha sido alabada unánimemente por los legisladores de la Cámara de Representantes. Los demócratas se mostraron satisfechos con este nuevo documento y señalaron que el acuerdo permitirá garantizar, principalmente, la protección de los trabajadores y el medio ambiente.
Desde el gobierno, el presidente Donald Trump dijo que esa firma “era buena para todos” e hizo mención a los “agricultores, manufactureros y sindicatos” que serán los mayores beneficiarios del tratado.
En la misma línea, el vicepresidente Mike Pence, y el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, pusieron de manifiesto el liderazgo del jefe del ejecutivo estadounidense para lograr la firma del acuerdo.
El subsecretario de prensa de la Casa Blanca, Hogan Gidley, en entrevista a la Voz de América insistió que “el pueblo estadounidense lo quería, los agricultores y el sector manufacturero necesitaban” este tipo de documento.
¿En qué consiste el TLCAN?
El analista económico Alberto Bernal opinó, en declaraciones a la Voz de América, que este nuevo tratado “no es mejor que el que existía antes”. Sin embargo, considera que este acuerdo “es más consistente con los tiempos políticos actuales”.
Sobre eso, destacó que la resolución “implicará que se pongan unos límites salariales para los empleados que trabajan en manufactura” y, de alguna manera, “se forzará a México para tomar decisiones específicas a la hora de incrementar los salarios”.
¿Cómo puede repercutir en la región?
Los expertos económicos aseguran que el TLCAN va a beneficiar, sobre todo, al trabajador de la industria manufacturera de Estados Unidos, aunque según este analista “la manufactura cada día es menos importante” en este país.
Bernal, que ocupa el puesto de jefe de estrategia global en XP Investments, es un ferviente defensor del libre comercio, algo que, a su parecer, no tiene cabida en este nuevo tratado “2.0”.
“Soy un convencido total de las virtudes del libre comercio y parte de esas virtudes es que se hacen productos allá donde vale más la pena hacerlos por cuestión de costos y este tratado no tiene génesis”, recalcó.
En ese sentido, las modificaciones de este acuerdo comercial contemplan nuevas condiciones a nivel laboral, medioambiental, biomédica y de la industria automotriz, que en los últimos tiempos había mostrado su preocupación ante este cambio de escenario.
Mayor control de precios
Este nuevo Tratado de Libre Comercio firmado entre Estados Unidos, Canadá y México provocará un mayor control de precios en la producción. ¿El objetivo? Proteger, mayoritariamente, al empleado de la industria manufacturera. También permite trabajar en unas condiciones óptimas, adaptadas a las nuevas realidades y a las nuevas reglas.
Último paso: la aprobación del Congreso
Ahora este TLCAN tiene que tener la luz verde del Congreso de Estados Unidos. Una vez que la Cámara Baja apruebe esta nueva resolución comercial, el tratado entrará en vigor.
Bernal cree que este nuevo escenario disminuirá el nivel de incertidumbre que existía en los mercados” de estos tres países.