El Comité Judicial de la Cámara de Representantes aprobó el viernes acusar al presidente por abuso de poder y obstrucción del Congreso, dando luz verde al voto en el pleno del legislativo la próxima semana.
La resolución pasó con 23 votos a favor y 17 en contra, demostrando que los representantes votaron de manera partidista. Se espera que una situación similar se de en pleno, convirtiendo a Donald Trump en el tercer presidente en pasar por un proceso de destitución en la Cámara en la historia de Estados Unidos.
Una vez el pleno dé luz verde a la acusación, pasará al Senado, controlado por los republicanos. Es en esta cámara donde se llevaría a cabo el juicio político como tal, en el que los senadores son el jurado. Se necesitan dos tercios (67 de los 100 votos) del Senado para “condenar” al presidente y destituirlo.
En caso de que el Senado vote en contra de la destitución, escenario plausible dado que los demócratas controlan solo 47 escaños, el presidente será impugnado pero no condenado.
El presidente, según un comunicado de la Casa Blanca, “está deseoso de recibir en el Senado el trato justo y debido proceso” que le “denegó” la Cámara.
“Esta farsa desesperada que es la investigación de juicio político ha llegado a su bochornoso fin”, escribió la portavoz Stephanie Grishman, marcando desde ya el tono con el que el gobierno enfocará la siguiente fase del proceso.
Por su parte, los demócratas del comité judicial reafirmaron en su cuenta de Twitter la idea de que el presidente Trump es un "peligro" para la "democracia y la seguridad nacional".
"Nadie está por encima de la ley, ni siquiera el presidente", escribieron.
Después de una sesión de 14 horas el jueves, prolongada por choques entre demócratas y republicanos, el presidente del comité, Jerry Nadler, postergó la votación de los dos artículos de juicio político para el viernes en la mañana.
"Quiero que los miembros de ambos lados del pasillo piensen en lo que sucedió en estos últimos dos días y busquen en su conciencia antes de emitir nuestros votos finales", dijo el Nadler a los legisladores tras intensos debates el jueves.
A primera hora de la mañana, el presidente Trump criticó a través de su cuenta de Twitter, una vez más, el proceso.
"¿Cómo te hacen un juicio político cuando no has hecho NADA malo (una llamada perfecta), has creado la mejor economía en la historia de nuestro País, reconstruido nuestras fuerzas militares, arreglado el V.A. [Dpto. de Asuntos Veteranos], recortado impuesto, protegido nuestra segunda enmienda y creado trabajo, trabajo y muuuucho más? Locura!", escribió el presidente.
La comisión, formada por algunos de los demócratas y republicanos más incisivos del Congreso, se enfrentó durante todo el día y parte de la noche.
"El pueblo estadounidense merece ver la votación", dijo la demócrata Mary Gay Scanlon, después del cambio.
Los republicanos insistían en un largo debate sobre enmiendas concebidas para desestimar las dos acusaciones formales, aunque sin esperanzas de arrebatar votos a los demócratas, que tienen mayoría.
"Esta comisión está más preocupada por salir a la televisión por la mañana que por terminar su trabajo esta noche y dejar que los miembros se vayan a casa", dijo a periodistas Doug Collins, líder de los republicanos tras el anuncio.
Trump está acusado, en el primer cargo, de abusar de su autoridad presidencial al solicitar a Ucrania que investigara a su potencial rival en las elecciones de 2020, Joe Biden, mientras le retenía asistencia militar.
El segundo cargo es sobre obstrucción al Congreso al bloquear las labores de la Cámara de Representantes para investigar sus acciones.