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Smolansky aboga por más cooperación y mejor coordinación para atender migrantes venezolanos


El comisionado de la OEA relata a la VOA que una de las similitudes que ha encontrado en estas mesas de trabajo, no solo en las de Colombia, es en cuanto a la causa de la salida y en cómo han logrado estas personas llegar a su destino.
El comisionado de la OEA relata a la VOA que una de las similitudes que ha encontrado en estas mesas de trabajo, no solo en las de Colombia, es en cuanto a la causa de la salida y en cómo han logrado estas personas llegar a su destino.

David Smolansky, comisionado del secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, abogó este miércoles por una mayor cooperación internacional para ayudar a los países receptores de los migrantes venezolanos y una mejor coordinación en las acciones y políticas de la región.

El diplomático conversó con la Voz de América, durante una mesa de trabajo con los migrantes y refugiados venezolanos, actividad que lo ha llevado a diferentes ciudades distintas de Colombia, entre ellas, Cúcuta y Bogotá.

Explicó que estos encuentros tienen objetivos muy concretos. Uno de ellos es “documentar testimonios de la migración forzosa” para complementar el trabajo que se viene haciendo desde la OEA. Detalló que ya son 4 millones 700 mil los desplazados venezolanos. Colombia ha recibido a 1 millón 600 mil de estos migrantes.

“Hoy los venezolanos huyen por un Estado criminal que promueva la violencia generalizada, practica la violación de derechos humanos y niega los alimentos y medicinas. Y eso es lo que tiene que quedar documentado y tienen que estar permanentemente actualizándose”, agregó.

Otros de los objetivos de estas mesas de trabajo es preguntarle al venezolano cómo se ha sentido en Colombia, explica a la VOA Smolansky, para así “armonizar” con los gobiernos de los países receptores políticas de atención, protección e integración.

“Estamos muy consientes también que ésta es la crisis de refugiados en el mundo que menos cooperación financiera ha tenido y necesitan más apoyo los países receptores por parte de la comunidad donante”, afirmó el también alcalde en el exilio.

“Lo que buscamos en la OEA es que se creen las bases de un consenso regional para que haya una política homogénea y si no es homogénea lo más similar posible en toda la región para la atención, protección e integración al desplazado venezolano”, agregó.

¿Qué ha encontrado en Colombia?

Smolansky relata a la VOA que una de las similitudes que ha encontrado en estas mesas de trabajo, no solo en las de Colombia, sino también en las de Brasil y Costa Risa, es en cuanto a la causa de la salida y en cómo han logrado estas personas llegar a su destino. “Es dantesco escuchar los testimonios de los migrantes venezolanos de cómo se han ido”, confiesa.

Agrega que otras de las semejanzas entre los países (Brasil, Colombia y Costa Rica) es que han mantenido sus fronteras abiertas, guardando las diferencias entre las distintas políticas de cada país, y que aceptan el pasaporte venezolano vencido.

Ya en el caso específicamente de Colombia, detalla que hay datos relevantes como el que más del 70% de las mujeres que están dando a luz en Cúcuta, son venezolanas. Además, más de 700.000 venezolanos han recibido permiso especial de permanencia, pero hay otros 900.000 venezolanos que están esperando a que se vuelva abrir la oportunidad para obtener el documento.

Asegura que uno de los sentimientos que prevalece en los venezolanos en Colombia es el agradecimiento de haberlos recibidos y darles la oportunidad de “reinvertirse” o apoyar a su familia en Venezuela. Sin embargo, destaca que uno de los puntos a trabajar, no exclusivamente por Colombia, es el uso de grupos irregularidades como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de la población más vulnerable para actividades ilegales.

“Hemos tenido algunos casos puntuales discriminación y xenofobia, ha sido bastante focal, pero no puedo decir que es algo generalizado”, asegura.

¿Qué le pide a la comunidad internacional?

El comisionado por la OEA expuso a la VOA que entre los temas que todavía falta por trabajar con la comunidad internacional es que a la crisis “no se le ha dado una dimensión global (…) se está empezando a dar una dimensión global (…) Pero vaya, ¿en qué momento? Cuando hay casi cinco millones de desplazados. Somos la población más desplazada del mundo sin una catástrofe natural y una guerra convencional”.

También pide por una mayor similitud en las políticas que se están implementando en la región para atender y proteger a los refugiados venezolanos. Por eso, agrega, la propuesta de la oficina es coordinar de que se les otorgue el estatus de refugiados, al menos que se les dé la opción de optar por el estatus de refugiados, según la Declaración de Cartagena.

“Es urgente implementar una tarjeta de movilidad regional para que el venezolano pueda desplazarse sin ningún problema por la región”, agrega Smolansky, señalando que se estima que al menos dos millones de venezolanos hay fuera de su país que están indocumentados o tienen su documentación próxima a vencer.

Destacó que además del tema de la salud, ha encontrado muchos testimonios de mujeres que, “lamentablemente han sido víctimas de abuso, de agresión, de explotación sexual, de trata, y eso es algo que hay que erradicar de raíz”.

El comisionado de la OEA destacó que han empezado a discutir y consultar con expertos sobre otras experiencias de migración en el mundo para ver cómo se trabaja el tema de un posible regreso de todos estos venezolanos.

“Venezuela fue un país que por décadas recibió a millones de personas de todas partes, no solamente América Latina, sino de Europa. Y también aquí hay que ir con humildad y escuchar y aprender de buenas prácticas de otras partes de la región y del mundo”, afirmó.

Colaboración: Luisana Solano

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    Karen Sánchez

    Corresponsal de la Voz de América, en Bogotá, Colombia. Fue periodista de diferentes periódicos y revistas de EL TIEMPO Casa Editorial. Comunicadora social y periodista de la Universidad de la Sabana, donde fue becaria. Hizo parte del equipo de comunicaciones del programa de Gobierno Digital del MinTIC de Colombia. Formada en Libertad de Expresión por la Sociedad Interamericana de Prensa y la Universidad Católica Andrés Bello.

     

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