El líder norcoreano Kim Jong Un indicó recientemente que el camino hacia la desnuclearización ha llegado a su fin, pero los expertos dicen que, en sus declaraciones, dejó una puerta abierta a la diplomacia con Estados Unidos.
“El discurso de Kim Jong Un sugiere que la RPDC (Corea del Norte) ya no está interesada en mantener la posibilidad de un compromiso ilusorio con la desnuclearización”, dijo Evans Revere, ex funcionario del Departamento de Estado durante la administración de George W. Bush, que también ha negociado con Corea del Norte.
Kim dijo: “Si EE.UU. persiste en su política hostil hacia la RPDC, nunca habrá una desnuclearización en la Península Coreana y la RPDC desarrollará constantemente las armas estratégicas necesarias para la seguridad del estado”.
Revere afirmó que la postura de Kim sobre la desnuclearización fue “la última manifestación” de lo que Corea del Norte ha estado diciendo durante años.
A principios de diciembre, el embajador de Corea del Norte en la ONU, Kim Song, señaló que la desnuclearización estaba fuera de la mesa.
Robert Manning, miembro del Consejo Atlántico, indicó: “Kim está preparando el escenario para una elección estratégica para ser un estado nuclear en toda regla, que es el objetivo a largo plazo de Pyongyang, 40 años en proceso, y luego culpa a Estados Unidos por su política hostil”.
Manning dijo que Corea del Norte podría continuar “la fachada de la diplomacia” mientras perfecciona sus misiles y su arsenal nuclear al tiempo que las conversaciones de desnuclearización entre Washington y Pyongyang probablemente no progresen..
“En este punto, después de 25 años de esfuerzos diplomáticos, es ilusorio seguir diciendo que hay una última oportunidad. No veo pruebas de que Kim tenga ninguna intención de desmantelar su programa de armas nucleares”, subrayó.
Corea del Norte prometió que se desnuclearizaría con la esperanza de obtener alivio de sanciones al comienzo de las conversaciones con Estados Unidos en 2018. En la fallida cumbre de Hanoi celebrada en febrero de 2019, Kim propuso la desnuclearización parcial a cambio de eliminar las sanciones.
El presidente Donald Trump rechazó la oferta en Hanoi, y Pyongyang ha respondido con múltiples lanzamientos de misiles desde mayo en lo que muchos observadores ven como un esfuerzo para presionar a Estados Unidos para que suavice su postura.
Ahora, Kim está señalando que ya no espera obtener alivio de sanciones de Estados Unidos.
Aún así, Bruce Klingner, ex jefe de división adjunto de la CIA de Corea y actual investigador principal de la Fundación Heritage, dijo que Kim se aferraba a las esperanzas de que las sanciones desaparecerían.
Klingner remarcó que Kim “dejó las negociaciones con una puerta abierta con una mínima grieta” al afirmar que la desnuclearización y el desarrollo de las armas en Corea del Norte “dependían de una política estadounidense radicalmente alterada”.
Corea del Norte considera las sanciones impuestas internacionalmente como actos hostiles. También ve los ejercicios militares conjuntos que Estados Unidos realizan anualmente con Corea del Sur como una amenaza. Kim expresó oposición a las sanciones y a los ejercicios conjuntos en sus declaraciones.
“En tales condiciones” de continuos simulacros y sanciones conjuntas, indicó Kim, Corea del Norte dejará caer una moratoria autoimpuesta sobre sus misiles nucleares y de largo alcance.
“No hay motivos para que nos unamos unilateralmente al compromiso”, comentó.
Klingner espera que Corea del Norte continúe tomando acciones provocativas con la esperanza de extraer concesiones de Estados Unidos.
“Pyongyang ascenderá en la escala, ya sea de forma incremental o inmediata, pero maximizando el impacto y la influencia diplomática”, dijo. “La administración Trump debería aumentar la presión sobre Corea del Norte y los facilitadores extranjeros de sus programas nucleares y de sus misiles prohibidos”, apostilló.
(Redacción de Christy Lee/Voice of America