El ex ministro de Gobierno de Bolivia, Carlos Romero, arrestado el martes 14 de enero por cargos de corrupción, se encuentra clínicamente estable, según informó el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) de Bolivia, el miércoles.
"No tiene peligro de perder la vida, no presenta sintomatología cardiaca, respiratoria ni neurológica, lo que significa que se encuentra en condiciones físicas y psíquicas para declarar o asistir a cualquier lugar que requiera la autoridad correspondiente", señala el texto de la institución.
El Director Nacional del IDIF, Andrés Flores, informó que al ser internado en la Caja Petrolera de Salud, Romero "debió tener una crisis de algo", pero luego fue dado de alta médica.
El exministro fue arrestado mientras se encontraba en un hospital de La Paz, donde se hallaba internado desde el pasado 10 de enero.
El miércoles, el ministro de Gobierno de la presidencia interina, Arturo Murillo, dijo que "el señor Romero no ha cumplido con citaciones de la ley; lamentablemente ha sido detenido y esta en manos del Ministerio Público".
"Estamos cumpliendo absolutamente con los temas legales, la constitución y las leyes", agregó.
Al mismo tiempo, Murillo criticó el trabajo de las organizaciones de Derechos Humanos en el país, especialmente la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH), a la que acusó de atender solamente "a los delincuentes, a los narcotraficantes, corruptos, los que han protegido el narcotráfico y el crimen estos últimos 14 años en Bolivia".
El ministro cuestionó, también, el trabajo de la CIDH para proteger a civiles y a los periodistas en Bolivia.
La CIDH no ha respondido hasta el momento a los acusaciones del ministro Murillo.
