Rafael Uzcátegui es uno de los 341.561 venezolanos que migraron al Ecuador, desde mayo de 2017, hasta Julio de 2019, según datos del Registro Migratorio Ecuatoriano.
Con formación en salvamento profesional, bombero graduado y técnico dental el refugiado-migrante asegura que su preparación no le ha sido suficiente para encontrar un trabajo.
Proveniente del estado Táchira al oeste del país caribeño, ha tenido que dedicarse a vender cigarrillos en una de las avenidas más concurridas de la capital ecuatoriana al norte de la ciudad de Quito, sobre la avenida Amazonas.
Con una bandeja llena de cajetillas de cigarros y con la esperanza de un futuro mejor, asegura que el fantasma de la xenofobia lo acompaña desde su llegada al Ecuador.
"Aquí he sufrido un poco de la xenofobia mediante personas que le dicen a uno, bueno váyase para su país que hace aquí, ¿para qué vienen acá?, ¿qué hacen acá?", relata Rafael.
En Ecuador las denuncias registradas por actos de xenofobia en contra de los venezolanos se incrementaron en 70 por ciento, según la Asociación Venezolanos en Ecuador. La Defensoría del Pueblo del Ecuador confirmó que, desde el mes de octubre de 2019 durante las jornadas de protestas, se presentaron 20 nuevas denuncias de personas que fueron víctimas de xenofobia, cuatro en la ciudad de Quito y las demás en diferentes provincias del país.
A juicio del Defensor del Pueblo, Freddy Carrión, los discursos de odio producidos por algunos funcionarios públicos, motivan actos violentos en contra de este grupo de migrantes, por lo tanto, les pide responsabilidad a la hora de referirse al tema de los refugiados-migrantes.