La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, ajustó su gabinete de ministros y ratificó su postulación a las elecciones presidenciales, que se realizarán el domingo 3 de mayo.
La semana pasada, Áñez había solicitado la renuncia de sus ministros, en lo que calificó como ajustes en su gabinete, precisamente a poco más de dos meses de asumir el mandato.
La mayoría de los ministros seguirán en su cargo, a excepción de Víctor Hugo Cárdenas, quien se hará cargo del de Educación. Así mismo, la periodista Isabel Fernández comandará la cartera de Comunicación y la abogada Eliane Capobianco es la nueva ministra de Desarrollo Rural.
“Este ajuste en el gabinete era necesario para estar absolutamente segura de que todos los miembros del equipo de colaboradores están comprometidos con una gestión honesta y transparente para bien de todos los bolivianos”, afirmó.
Por su parte, la canciller Karen Longaric, resaltó que el gabinete ministerial tiene un desafío: "Garantizar la transición constitucional, implementando elecciones libres, transparentes y equitativas y, al mismo tiempo, asumir la obligación de administrar los recursos públicos con imparcialidad y eficiencia".
Frente a las críticas que, según ella, señalan que puede ser presidente, pero no candidata, afirmó que "esta crítica tiene dos orígenes; primero, la constitucional. No existe ninguna prohibición para postularme e la presidencia ejerciéndola al mismo tiempo".
"Voy a ser candidata y a ejercer la presidencia al mismo tiempo, sin cometer ningún acto inconstitucional", agregó.
Sobre si está poniendo en riesgo su futuro político, dijo: "¿De qué sirve el futuro político si el país se mantiene en el conflicto? (...) Me juego mi futuro por el futuro de todos los bolivianos".
Su candidatura, afirmó, está para poner a Bolivia sobre cualquier interés individual y que ha dispuesto que esté separada "del uso de los bienes del estado".
Explicó además que el objetivo también es evitar que el MAS vuelva a presidir Bolivia: "Para que nunca más los bolivianos tengamos que vivir con el miedo de la extorsión de los últimos 14 años. Nuestro gobierno no ha perseguido a nadie porque esa no es nuestra función, pero fue ágil y firme para investigar y denunciar a quienes cometieron, por ejemplo, el mayor fraude de la historia democrática de Bolivia".
Aseguró que habrán elecciones limpias y transparentes, y que los bolivianos deben elegir entre "democracia y totalitarismo". Frente a la críticas, pidió que no la subestimen y que aunque le han dolido muchas impresiones, seguirá adelante con su propósito de sacar adelante el país.
Con la colaboración de Karen Sánchez.
