Las autoridades de Costa Rica anunciaron un endurecimiento de medidas sanitarias para impedir el contagio del coronavirus del COVID-19.
En esa línea, el presidente Carlos Alvarado anunció el cierre total de las playas en todo el país para evitar que sean visitadas por las personas.
Alvarado además informó que también regirá un cierre obligatorio de templos y cultos religiosos.
“Estamos en un momento cumbre para reducir el impacto del contagio en el país. Acatemos las indicaciones de las instancias de salud y seamos responsables como ciudadanos, ayudemos a quien más lo necesite y no expongamos a las personas vulnerables”, expresó el presidente costarricense.
Entre las medidas anunciadas está que a partir de este martes 24 de marzo "todo extranjero residente o con estatus regular en el país que abandone el territorio nacional, pierde automáticamente su estatus migratorio".
En el marco de la emergencia que se vive en Costa Rica por el COVID-19, Alvarado instaurará una restricción vehicular sanitaria de 10:00 p.m. a 5:00 a.m., que empezará a regir a partir de este martes.
"Los detalles sobre a quiénes le cubre dicha restricción y las excepciones contempladas se harán públicos el día de mañana. Quienes incumplan restricción se exponen a la multa de tránsito de 22.187,93 colones (unos $ 45 dólares)", detalló el mandatario en una rueda prensa virtual.
Mientras tanto, el ministro de Salud, Daniel Salas, hizo un llamado a los costarricenses entre los 25 y 55 años, un sector de la población que agrupa más del 70% de los casos del COVID-19, sobre los cuidados que hay que tener con los adultos mayores.
"Aunque estos grupos de edad podrían enfrentar la enfermedad sin internamiento ni complicaciones, deben recordar la responsabilidad que nos cobija a todos y todas, distanciamiento social y medidas de higiene, evitando a toda costa la posible transmisión a adultos mayores", enfatizó el ministro.
Agregó que "en esa línea, procuremos en general no visitarnos, no hacer reuniones familiares y que la tecnología nos permita comunicarnos con ellos".
Costa Rica inició esta semana con 158 contagiados por COVID-19, de los cuales 141 son costarricenses y 17 extranjeros.
De momento se han descartado a 1.533 personas, dos turistas estadounidenses han sido dadas de alta, y se contabilizan dos fallecimientos: dos hombres costarricenses, ambos de 87 años.
De las 158 personas contagiadas con el virus, nueve se encuentran internadas, tres de ellas en cuidados intensivos.
Las autoridades piden a los costarricenses ahorrar agua y no desperdiciarla debido a la alta demanda del recurso en estos momentos de emergencia.
En estos momentos, Costa Rica atraviesa la época seca y ha enfrentado racionamientos en algunas comunidades, entre ellas barrios de la capital, San José.