El avance de COVID-19 en Guatemala ha complicado la situación de los hospitales, con incremento de más de 300 nuevos casos diarios en la última semana y el país a punto de alcanzar los 10.000 casos en total.
El analista en salud del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Adrián Chávez, considera que ahora es importante enfocarse en la protección del equipo médico que atiende la emergencia.
“Lo primordial es la protección de estas personas. Tenemos una cantidad muy limitada de personal y si no venimos y la protegemos nos vamos a quedar cada vez con menos personal”, dijo Chávez.
Los pacientes positivos están siendo atendidos en los hospitales creados para ese fin, pero también en otros que atienden otras necesidades médicas, como el hospital Roosevelt.
Su director, Marco Barrientos, indicó la semana pasada que están llegando “al tope de la situación”, pero también refirió que el personal médico está “batallando con todo” para atender a los pacientes.
El domingo, el Ministerio de Salud confirmó que el propio doctor Barrientos dio positivo a COVID-19.
Actualmente hay 813 ventiladores distribuidos en los hospitales de la red hospitalaria para atender a quienes entren en crisis respiratoria mientras son atendidos por la enfermedad.
En tanto, el presidente Alejandro Giammattei confirmó que en Casa Presidencial la cifra de contagiados aumentó a 58 casos, pero descartó estar contagiado.
La cifra de fallecidos supera los 380 guatemaltecos y el viceministro de salud, Erick Múñoz, explicó que los fallecidos deben ser sepultados seis horas después del deceso.
Muñoz dijo también que hasta el momento 91 reclusos han dado positivo después de hacer más de 170 pruebas en dos cárceles. Todos son hombres y han sido trasladados a la cárcel de Fraijanes II, donde se habilitó un espacio especial para aislarlos y guardar la cuarentena mientras se recuperan. Hasta el momento cinco reos han fallecido, según información del Ministerio de Salud.
