El 3 de noviembre se celebrarán las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Muchos analistas aseguran que la gestión de la crisis sanitaria, la situación financiera y las protestas que han tenido lugar por la muerte de George Floyd podrían ser determinantes a la hora de escoger a la persona que ocupará la Casa Blanca para los siguientes cuatro años.
Sin embargo, en la Florida los partidos deberán fijarse en otro elemento: la población hispana, que, según los expertos, será decisiva en los comicios.
El analista político Luis Lauredo, de tendencia demócrata, en conversación con la Voz de América, recordó que la Florida, junto a Texas, California y Nueva York, son los estados con mayor población y, por lo tanto, con mayores votos electorales. Por eso, estas cuatro regiones serán, en estos comicios, lo que se denomina como swing state o estado clave.
“El estado de Florida es clave para esta matemática electoral y consecuentemente va a ser muy importante porque se sabe que (el presidente Donad) Trump no puede ganar las elecciones sin ganar en la Florida: es el tercer estado más grande de Estados Unidos (a nivel poblacional) y a la gente se le olvida”, dice Lauredo.
“A la Florida se le reconoce como el estado bisagra: quien no gana en Florida, no gana la presidencia. Eso ha sido así desde el año 2000”, apunta Lorenzo Palomares, otro analista político de tendencia republicana.
Además, la Florida cuenta con una fuerte presencia hispana. En el sur, los cubanos, venezolanos, salvadoreños, nicaragüenses y colombianos son los segmentos poblacionales más destacados.
Pero Lauredo, que fungió como embajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos (OEA) entre 2000 y 2001, recuerda que hay un grupo mucho más importante: el de los puertorriqueños.
La población de Puerto Rico se encuentra en lo que se conoce como “corredor I-4” por el nombre que recibe la carretera principal de Florida que recorre Tampa, cruza el estado por Orlando y llega a la costa Este.
“La población hispana en esa área es predominantemente puertorriqueña, tiende a votar más demócrata y lo más importante es que todos son ciudadanos americanos (que pueden votar)”, sostiene el exfuncionario estadounidense.
Por otro lado, Palomares mencionó la importancia del voto cubanoamericano que ayudaría a definir el panorama político de las elecciones de noviembre.
Sin embargo, ambos analistas reconocen que los cubanoamericanos de mayor edad tienden a votar por los republicanos, mientras que los jóvenes están abiertos a propuestas mucho más liberales, por lo que tienden a votar por los candidatos demócratas.
El voto venezolano en Florida
Más allá del voto cubanoamericano, muy arraigado al sur de la Florida, también surgen muchas preguntas sobre otro segmento de población que podría ser importante en estos comicios: los venezolanos.
La población procedente de ese país ha aumentado en los últimos años a consecuencia de la grave situación política, económica y social en Venezuela. Lauredo y Palomares coinciden en afirmar que el porcentaje de voto continúa siendo pequeño principalmente porque muchos de los residentes aún no son ciudadanos y no pueden votar.
Pese a eso, ambos señalan que Donald Trump ha “sabido ganarse el voto republicano” de los venezolanos, aunque no comparten los mismos puntos de vista sobre las estrategias del actual presidente estadounidense.
“Mis hermanos venezolanos están cayendo en la misma mentira (que los cubanos). ¿Qué ha hecho Trump con el dictador criminal Maduro? Este hombre lo que hace es gritar, decir tonterías y no hacer nada. Hoy en día, el dictador Maduro todavía continúa en el poder y el señor Trump lleva tres años y medio de presidente”, subraya Lauredo.
Palomares tiene una opinión completamente opuesta. “A mí me cuesta mucho trabajo entender cómo los nuevos venezolanos ciudadanos americanos pudieran inscribirse en el partido demócrata, ya que han llegado aquí igual que los cubanos: huyendo del comunismo y tristemente el partido demócrata ha sido posicionado por la izquierda”, advierte convencido de que los demócratas están inspirados “por los movimientos Antifa y los anarquistas”.
El voto centroamericano: “Cada voto es importante”
Lauredo, que gran parte de su carrera la ha dedicado al funcionariado público en Estados Unidos, recuerda que los salvadoreños también forman una parte “importante” de la sociedad del sur de la Florida.
Sin embargo, al igual que Palomares, cree que el voto de personas de El Salvador o Nicaragua representan un porcentaje muy bajo en comparación con el resto de los hispanos, aunque recuerdan que “cada voto es importante” y “es indispensable salir a votar”.
“Los jóvenes no van a votar”
La abstención podría convertirse en otro factor clave en la Florida. Lauredo asegura que, hace cuatro años, la entonces candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, “perdió (las elecciones) porque los jóvenes no fueron a votar” y alertó que “la gente joven no está participando” en las elecciones, incluidos también los latinoamericanos de segunda y tercera generación.
“Toda esa gente joven que está saliendo estos días a las calles a protestar por la muerte de George Floyd luego no van a votar. No se toman el tiempo de ir, registrarse y expresar su voto”, lamenta Lauredo preocupado porque “haya un cierto agotamiento en la población” y la gente prefiera quedarse en casa y no ir a votar.
Por su parte, Palomares recalca que “no vale salir a protestar luego si uno no ha ido a votar porque no tiene la moral de decir que votó en contra de una cosa u otra”.
“El voto es altamente importante en una democracia como la de Estados Unidos”, sostiene.
Tanto Palomares como Lauredo señalan que no hay nada decidido, ni siquiera cuando falten pocos días para la elección.
Recuerdan que hace cuatro años, Hillary Clinton marchaba con ventaja sobre Trump en los pronósticos y luego, durante la noche electoral, se comprobó que todo no era como indicaban las previsiones.