En medio de la controversia en Washington sobre los informes de que una unidad de inteligencia rusa pagó recompensas a militantes talibán para matar a soldados estadounidenses y de la OTAN en Afganistán, algunos legisladores afganos dicen que no es un secreto que Rusia ha cultivado contactos con los insurgentes y que es probable que Moscú haya apoyado financieramente a los talibanes violencia.
Shinkai Karokhail, miembro de la Cámara Baja del parlamento afgano, explicó a la Voz de América: "Se cree que Rusia ha estado apoyando a los talibán y que ha proporcionado a los talibanes los medios para que la guerra, el compromiso de Estados Unidos, en Afganistán continúe".
Karokhail dijo que los informes de los medios sobre las recompensas rusas deben ser investigados. Añadió, sin embargo, que es posible que los talibanes reciban apoyo financiero de otros países de la región.
"Para continuar luchando, los talibanes necesitan dinero y, con seguridad, países como Rusia, Pakistán, Irán y otros les proporcionarían dinero", dijo.
Gulalai Sapi, un senador afgano, dijo que Rusia y algunas otras potencias regionales no ven reflejados sus intereses en el proceso de paz en Afganistán.
"Algunos países pueden no querer que este proceso se implemente lo antes posible, porque la guerra en Afganistán les interesa", sostuvo.
La semana pasada, The New York Times, citando fuentes anónimas de inteligencia de EE.UU., informó que una unidad de inteligencia rusa ofreció recompensas a la insurgencia talibán por matar a soldados estadounidenses y de la coalición en Afganistán. El periódico dijo que el presidente de EE.UU., Donald Trump, fue informado sobre el tema, pero decidió no actuar.
Altos funcionarios de inteligencia estadounidenses informaron el jueves a un grupo bipartidista de legisladores después de que miembros del Congreso exigieran información adicional sobre el tema.
Relaciones ruso-talibanes
Sim Tack, un analista militar de la firma de inteligencia global Stratfor, le dijo a VOA que no le sorprendía que la inteligencia rusa "tratara de alentar [a los talibán] a atacar a las fuerzas de la coalición de cualquier manera".
Tack dijo que el interés de Rusia está en construir relaciones con los talibanes "como una forma de asegurar la influencia rusa en un Afganistán posterior a Estados Unidos".
Agregó que "si Rusia es capaz de construir una relación de cooperación con los talibán en este momento, eso definitivamente los ayudará a desempeñar un papel más importante en Afganistán en el futuro".
Moscú ha estado en contacto con los talibanes desde 2015, y como parte de los esfuerzos de Rusia por alcanzar un acuerdo político en Afganistán y organizó una serie de reuniones intra-afganas en 2019.
Jonathan Schroden, director del Centro de Estabilidad y Desarrollo (CNA, por sus siglas en inglés), organización de investigación y análisis con sede en Washington, sostuvo que la incertidumbre sobre el futuro de Afganistán convenció a los países regionales para entablar relaciones con los talibán.