El Covid-19 trajo consigo un sin fin de transformaciones y cambios para el mundo y los cines no escaparon a esto. Sus salas a nivel mundial debieron cerrar, lo que a su vez generó una oportunidad para el resurgimiento de los autocines, un formato que brinda distanciamiento social entre los espectadores.
Venezuela es uno de los tantos países que en medio de la pandemia decidió ofrecer esta modalidad de formato antiguo. Pero no es la primera vez que esto se ve en el país, el autocine llegó a Venezuela en el año 1940 pero sólo se mantuvo hasta la década de los 90 siendo reemplazado por las salas de cine convencionales.
Hace varias semanas se anunció que regresarían los autocines al país, que lleva casi cuatro meses en cuarentena por la pandemia, lo que generó expectativa entre muchos usuarios que desde hace varios años no disfrutaban de este formato y otros que aún no lo conocían.
Aunque también hubo polémica por parte de usuarios que veían este formato muy costoso, la preventa de las entradas se ofrecían entre $35 y $40, precios muy elevados en comparaciones con lo que cuesta el servicio en otra partes. En Colombia por ejemplo, ofrecerán el servicio a $11 por persona.
Dada las críticas, Cinex, la compañía que trajo de regreso el formato, anunció nuevos precios de entre 7 y 9 dólares por persona.
La Voz de América pudo asistir a la primera función y corroborar todo lo que aquí se viviría.
A las 7:00 pm los carros que hacían fila en las afueras de la Universidad Metropolitana (Unimet), en el este de la capital, comenzaron a ingresar. En este complejo estaban pautadas dos funciones: una para las 7:00 pm y otra a las 9:00 pm. Sin embargo, solo se proyectó la primera función, la otra se canceló sin mayores explicaciones por parte de los encargados.
En la otra sede, dispuesta en el estacionamiento del Hotel Intercontinental Tamanaco, no se proyectó ninguna película, pese a que las entradas estaban agotadas desde hace varios días, de acuerdo con lo que informó Cinex a través de sus redes sociales.
En la única proyección de la noche, en la Unimet, la asistencia fue baja. El complejo tenía capacidad para recibir 128 vehículos, pero sólo entraron unos 30, informaron trabajadores de Cinex a la VOA.
Entre los asistentes estaba Carolina Fuente, quien viajó desde Guarenas, en las afueras de Caracas, junto a su esposo e hija para asistir a la función. Fuente dijo a la Voz de América que decidió ir para entretenerse un poco dado que la cuarentena decretada por la propagación del coronavirus ha mantenido a su familia en casa para evitar un contagio.
Carolina compró la entrada ese mismo viernes 3 de julio. Pagó $3 por persona. La entrada incluía un combo de palomitas de maíz y dos refrescos que eran entregados por trabajadores de la compañía una vez el vehículo ingresaba al autocine.
Después de esta primera función, la empresa que trajo el autocine al país sudamericano emitió un comunicado en el asegura que "pronto" anunciarán "las fechas y horarios de la inauguración oficial, funciones regulares y promociones especiales", después de terminar de coordinar de las condiciones finales "que regirán los protocolos de logística, seguridad y protección especial".