Los aliados de Estados Unidos se están expresando más abiertamente sobre su disposición de contener a China en el escenario mundial, siguiendo la línea de Washington de mantener a raya a Beijing, a pesar de las diferencias en cómo seguir adelante.
Los aliados europeos, en particular, dicen que están tomando pasos más enérgicos para abordar las preocupaciones sobre los intentos de las compañías chinas, como Huawei, de dominar la implementación de las avanzadas redes móviles 5G y también en temas humanitarios, como las acciones de China en Hong Kong y el tratamiento a la minoría étnica uigur.
Sin embargo, algunos promueven métodos menos drásticos y hostiles que los que perciben de Washington.
"Es fácil y uno se queda con una buena sensación cuando usa palabras fuertes, pero sabemos también que esta fórmula a veces bloquea todo contacto y toda influencia posible”, dijo la ministra de Defensa de Alemania, Annegret Kramp-Karrenbauer, a los asistentes al Foro de Defensa de la Unión Europea esta semana.
Kramp-Karrenbauer subrayó además la necesitad de confrontar a China en temas difíciles manteniendo el contacto, en lugar de cortarlo.
“Si vemos que China está tratando de incrementar su influencia en organizaciones internacionales, no para promover el multilateralismo sino para impulsar sus propios intereses, entonces no debemos debilitar a las organizaciones internacionales”, señaló la ministra, en una crítica aparente a la decisión de Estados Unidos de retirarse de la Organización Mundial de la Salud.
“Allí, por el contrario, debemos de involucrarnos con más fuerza”, agregó.
Otros funcionarios señalan la necesidad de una mayor cooperación entre Estados Unidos y Europa, especialmente en el área de la tecnología.
"Tenemos que trabajar en esto más estrechamente”, dijo Radek Sikorski, líder de delegación UE-EE:UU. del Parlamento Europeo. “Una guerra de dos frentes (para Estados Unidos) con Europa y China al mismo tiempo es una mala idea.
Los comentarios desde Europa tienen lugar mientras altos funcionarios estadounidenses advierten repetidamente que los esfuerzos contra Beijing encabezados por Washington se van a intensificar.
“Ustedes van a ver una significativa serie de medidas con respecto a China en los próximos días y semanas”, dijo el miércoles el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Robert O’Brien, a los reporteros, aludiendo a las compañías de tecnología chinas y a las nuevas medidas de seguridad en Hong Kong.
“Lo que el Partido Comunista chino está haciendo no es solo en Hong Kong, está afectando a todos ustedes. Está afectando cómo operamos en Estados Unidos y no podemos dejar que eso suceda”, agregó O’Brien.
Las advertencias de O’Brien fueron posteriores a comentarios similares un día antes del director del FBI, Christopher Wray, quien describió a China como una amenaza “a nuestra salud, nuestro sustento y nuestra seguridad”.
"China está enfrascada en un esfuerzo de todo el estado para convertirse en la única superpotencia del mundo por todos los medios necesarios”, dijo Wray.