Un grupo de más de 20 senadores estadounidenses escribió una carta pidiendo al Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) cumplir con el fallo de la Corte Suprema, que rechazó la decisión del gobierno de Donald Trump de eliminar un programa que protege a más de medio millón de jóvenes migrantes —conocidos como 'soñadores'— de ser deportados.
La Corte Suprema de EE.UU. falló a mediados de junio en contra de la política de acabar con el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), alegando que el gobierno no siguió el procedimiento adecuado para hacerlo. Sin embargo, los soñadores, jóvenes que llegaron al país de manera irregular cuando eran niños, continúan en el limbo, mientras el gobierno decide su próximo paso.
“No hemos encontrado una sola declaración de usted o de cualquier otro funcionario del Departamento de Seguridad Nacional que notifique al público que su agencia está cumpliendo con la decisión de la Corte Suprema”, dijeron los senadores en la misiva dirigida al secretario interino del DHS, Chad Wolf.
La carta fue firmada, entre otros, por los exaspirantes a la candidatura demócrata a la presidencia Kamala Harris, Elizabeth Warren y Bernie Sanders.
El mismo día en que la corte emitió su decisión, el Servicio de Inmigración y Ciudadanía publicó un comunicado asegurando que la decisión de la corte “no tiene una base legal y retrasa la habilidad legal del presidente” para acabar con DACA.
Trump dijo en una entrevista el pasado viernes al canal MSNBC que firmará un decreto que abrirá la puerta a la ciudadanía a los dreamers, pero no queda claro a qué se refería exactamente, ya que la Casa Blanca aclaró que no contempla una amnistía.
“No hay indicaciones de que su agencia haya tomado paso alguno para reinstaurar completamente DACA”, escribieron los senadores.
Según dijeron expertos legales a la Voz de América, la decisión de la Corte Suprema sirve para restablecer DACA siguiendo los criterios de 2012. Estos cubren la aceptación de nuevas solicitudes y renovaciones. En ambos casos, el solicitante tenía que haber llegado a EE.UU. antes de cumplir 16 años y no tener más de 30 años cuando aplicó al programa por primera vez.
Por ejemplo, una persona que llegó a EE.UU. a los 5 años y tenía 25 años cuando comenzó el programa en 2012 cumpliría con el requisito de edad.
Otros requisitos incluyen no tener ninguna condena penal y estar inscritos actualmente en la escuela secundaria o tener un diploma de una escuela secundaria estadounidense.
Además de proteger a un individuo de la deportación, el programa también permite a sus destinatarios obtener autorización para trabajar en los Estados Unidos y acumular "presencia legal".