Estados Unidos expuso en un reporte publicado el miércoles tácticas de Rusia de usar una combinación de “canales y plataformas de comunicación oficiales, intermediarias y no atribuibles” para crear y amplificar historias falsas.
El informe del Centro de Compromiso Global del Departamento de Estado (GEC) eludió mencionar directamente la interferencia de Rusia en las elecciones estadounidenses, pero detalló los recursos de propagación de información falsa del Kremlin a través de varios canales.
Entre ellos aparecen comunicaciones oficiales del gobierno, mensajerías globales financiadas por el estado, cultivo de fuentes intermediarias, uso de las redes sociales y otros medios cibernéticos.
“Beijing también ha seguido los pasos de Rusia, alimentando sitios web de conspiraciones y canales de intermediarios para propagar desinformación y propaganda destinada a socavar las normas e instituciones democráticas”, dijo Lea Gabrielle, enviada especial y coordinadora de la GEC, en una conferencia telefónica.
Añadió que las amenazas de desinformación de China y Rusia son reales y peligrosas.
El reporte salió a la luz en momentos en que Estados Unidos está ofreciendo una recompensa de hasta 10 millones de dólares por información que lleve a la identificación o localización de cualquier persona que trabaje con o para un gobierno extranjero con el propósito de interferir en elecciones estadounidenses a través de ciertas actividades cibernéticas ilegales.
“El gobierno de Estados Unidos no tolerará interferencias extranjeras en nuestras elecciones”, dijo Gabrielle a la Voz de América. “El GEC trabaja con nuestros socios en todo el mundo que comparten información sobre interferencias en elecciones y las tácticas que se han visto usar a Rusia y otros”.
Siete sitios intermediarios y organizaciones de desinformación alineados con el Kremlin, entre ellos el sitio de la Fundación de Cultura Estratégica y el centro de estudios Katehon, fueron también señalados en el reporte del GEC.
Estos lugares amplificaron historias críticas de Estados Unidos promoviendo las posiciones de Rusia, especialmente el relación con la pandemia de COVID-19.
Altos funcionarios rusos y la prensa prorrusa han tratado de capitalizar los temores y la confusión por el coronavirus propagando activamente teorías de conspiración, dice el reporte.
Según el documento, los objetivos generales de Rusia son “cuestionar el valor de las instituciones democráticas” y “debilitar la credibilidad y la cohesión internacional de Estados Unidos y sus aliados y socios”.
A pesar de ello, el Departamento de Estado afirmó que una comunidad que lucha contra la desinformación, compuesta por gobiernos, la sociedad civil, el mundo académico, el sector privado y los ciudadanos, está contrarrestando.