Enlaces para accesibilidad

¿Son los policías egresados de la universidad menos inclinados a usar la fuerza?


La oficial de policía del condado Arlington, Patrice Malone,revisa su computadora a bordo de su patrulla.
La oficial de policía del condado Arlington, Patrice Malone,revisa su computadora a bordo de su patrulla.

Patrice Malone ha sido oficial de policía durante dos años. Ella considera que haber estudiado en la universidad, donde se graduó de Justicia Criminal, la hace una mejor policía.

“Lidiando regularmente con otras personas en la Universidad, y luego venir y poder lidiar con la comunidad, la universidad me preparó y me dio la valentía y todo lo que necesitaba”, dice la oficial de policía del Condado de Arlington, en Virginia. “Y la paciencia, mucha paciencia, para salir y hablar con la gente”.

Las muertes de varios hombres y mujeres afroamericanos mientras estaban bajo custodia policial ha enfocado el entrenamiento que los policías reciben. El Condado de Arlington requiere que sus oficiales de policía tengan un título universitario u otra experiencia. Ese requerimiento ubica a la agencia policial de Virginia en la minoría. La mayoría de las agencias de cumplimiento de la Ley y el Orden de Estados Unidos, más del 80 por ciento, sólo exigen un título de educación secundaria, según un estudio realizado en el 2017.

El jefe de la Policía de Arlington, Jay Farr, notó temprano la diferencia en su carrera mientras trabajaba para un pequeño departamento de policía donde no se requería de estudios universitarios.

“Sin querer ser despectivo, creo que la perspectiva de mucha gente con la que trabajé era realmente limitada, muy limitada en su enfoque”, dijo Farr. “No haber estado expuesto a distintos puntos de vista, no haber sido retados sobre eso en un ambiente académico, creo que hizo una diferencia en cómo ellos trabajaban dentro de la comunidad”.

El rol de la educación superior

Farr, que además es un profesor Universitario, es un fuerte creyente en la educación superior para los oficiales de policía.

“La Universidad te enseña cómo ser un pensador crítico. Una gran parte de la experiencia universitaria es poder ver las cosas y pensar en ellas más allá de lo obvio”, dijo Farr. “Yo no creo que el hecho que alguien fue a la universidad los haga mejor en su habilidad de ser un oficial de policía en el sentido técnico de sus capacidades. Sí creo que los hacen un mucho mejor oficial al tener la habilidad de estar dispuesto o abierto a lidiar con diferentes culturas, distintos puntos de vista, diferentes procesos de pensamiento”.

Gaylene Armstrong, director de la Escuela de Criminología y Justicia Criminal de la Universidad de Nebraska Omaha, dice que los policías en estos tiempos tienen la obligación de hacer más que el rol que el trabajo originalmente estaba supuesto a ser en el sistema de justicia criminal.

“Nosotros le pedimos a nuestros oficiales de policía que sean parte agentes de la Ley y el Orden, parte trabajadores sociales, parte auxiliadores de personas que están en crisis de salud mental, una gran gama de asuntos”, dijo Armstrong. “Nuestros agentes de la Ley y el Orden son algunos de los primeros en responder para toda clase de crisis y situaciones”.

Una educación universitaria, además del entrenamiento estándar en la academia policial, podría ayudar a los oficiales a lidiar con su creciente papel en la sociedad.

“La idea es que individuos que tengan una educación más amplia y más Desarrollo profesional tendrían otras habilidades que son desarrollados que les ayudarán a desescalar situaciones a través de la interacción verbal”, dijo Armstrong. “Talvez las diferencias en interpretación de comportamientos que algunos podrían ver como agresivos, otros, con un historial más complete y más experiencias, podrían tener un contexto para esos comportamientos”.

Un estudio del 2010, publicado en la revista policial Police Quaterly encontró que los oficiales de policía con educación universitaria tienen un 40 por ciento menos de posibilidades de usar la fuerza en su trabajo.

“Una de las cosas que uno escucha todo el tiempo es de si hay parcialización en la labor policial”, dice Farr. “Bueno, es ridículo pensar que toda la gente ahí afuera no tienen ningún tipo de parcialización de algún tipo. Pero lo crítico es que tu sepas lo que es eso y que sepas manejarlo. Y creo que la Universidad y esa exposición te ayuda con eso”.

Pareciera que una educación universitaria no cambió el resultado para George Floyd. El hombre de Minnesota murió en mayo luego que un oficial de policía se le arrodillara sobre el cuello por casi ocho minutos. Tres de los cuatro oficiales acusados por la muerte de Floyd se ha reportado que se graduaron de la universidad.

Los policías implicados en la muerte de George Floyd, de izquierda a derecha, Derek Chauvin, Alexander Kueng, Thomas Lane y Tou Thao.
Los policías implicados en la muerte de George Floyd, de izquierda a derecha, Derek Chauvin, Alexander Kueng, Thomas Lane y Tou Thao.

Refiriéndose a las protestas de Black Lives Matter, “Las Vidas Negras Importan” que explotaron tras la muerte de Floyd, Farr cree que las preocupaciones sobre el entrenamiento policial son válidas. Sin embargo, dinero y recursos han difícilmente fijado un estándar nacional para el entrenamiento y educación de los oficiales de policía.

“Como que te pintan con la misma brocha, que todos los policías hacen uso excesivo de la fuerza y que son brutales en la forma en que tratan a la gente”, dijo Farr. “Eso es un poco decepcionante”.

La oficial Malone ha notado una diferencia en algunas personas con las que tiene que lidiar en su trabajo.

“Ha cambiado un poquito”, dice. “La comunidad puede ser un poco distante… tu sales, haces lo mismo que hacías antes. Le reaseguras a la comunidad que estás ahí para ellos, que estás ahí para su seguridad. Y así es como recuperas su confianza”.

Síganos en redes sociales

XS
SM
MD
LG