La temporada de corte de café en Honduras que se inicia en octubre y se extiende hasta mayo, genera alrededor de 1 millón de empleos directos e indirectos durante esos seis meses que dura la cosecha.
Sin embargo, y a pesar de este anuncio, la falta de mano de obra hondureña es evidente ya que los productores tienen que recurrir a cortadores del grano de países vecinos como Nicaragua, Guatemala e incluso El Salvador, situación que contrasta con la salida de la última caravana de migrantes que denuncian falta de empleo en Honduras.
La meta del sector cafetalero para esta cosecha es generar 8 millones de quintales del grano, y que, en esta emergencia del COVID-19, deben presentar prueba PCR negativa para ser considerados y que haya sido practicada en un plazo no mayor a 48 horas antes de su ingreso a Honduras.
Mario Suazo, quien forma parte del Instituto Hondureño del Café, señala que el principal problema radica en la falta de planificación gubernamental. “Yo creo que tiene que ver la falta de organización del gobierno para incentivar a las personas a que vayan a cortar, otro que no hay condiciones, En Costa Rica se ha invertido en guarderías en zonas productoras para cuidar niños y niñas, acondicionar ciertos lugares mientras está la cosecha y tomar en cuenta la bioseguridad”.
Por su parte, el productor cafetalero Fredy Torres, señala que cada año se busca mejorar la producción y afirma que es vital contar con la necesaria fuerza laboral, pero lamenta que en Honduras no se valoran estas oportunidades laborales.
“Creemos que esto será en bien del país, más de 600.000 empleos y la economía se dinamizará", indicó Torres.
El ingreso de trabajadores para la corta de café será bajo todas las medidas de bioseguridad, según se ha informado por lo organismos correspondientes.