La cercanía geográfica y el hecho de que Estados Unidos sea la primera potencia económica mundial ocasionan que las elecciones presidenciales tengan gran relevancia e impacto en la región, especialmente en Venezuela, tal y como comenta a la Voz de América el politólogo Germán Aponte.
A propósito de las posibilidades de que el proceso deba pasar por la Corte Suprema, consultado sobre la importancia de la separación de poderes, Aponte sostiene que un sistema democrático se basa en la fortaleza de sus instituciones y considera que en Estados Unidos, las mismas cuentan con la fortaleza necesaria para dirimir conflictos, a diferencia de lo que puede ocurrir en países como Venezuela, donde no hay elecciones “competitivas” o donde aunque se registre un proceso electoral, no quiere decir que se tenga la “capacidad para elegir”.
“Las instituciones norteamericanas han demostrado tener buena salud y eso es muy importante. Como bien decía Montesquieu, esa relación de pesos y de contrapesos solamente la pueden dar desde el punto de vista democrático unos poderes bien instituidos”, afirma el analista.
Sobre el sistema electoral estadounidense, cuestionado por muchos, Aponte afirma que ha funcionado porque tiene la “legitimidad” necesaria y que los ciudadanos han demostrado su confianza.
“Es un sistema que, de repente, puede tener muchas equivocaciones y por supuesto ningún sistema es perfecto, pero siempre es perfectible, considero que si le ha funcionado durante tantos años, no tienen por qué cambiarlo”, expresa.
Al respecto, el parlamentario opositor William Dávila, considera que las elecciones estadounidenses son un “ejemplo de la democracia que no hay” en Venezuela, pues a su juicio en el país hay “una tiranía”.
En varias ocasiones, el gobierno en disputa ha elogiado el sistema electoral venezolano y el martes inició la campaña para las elecciones legislativas previstas para el 6 de diciembre, en las que no participará la mayoría opositora por considerarlas una farsa.
