Naciones Unidas alerta de que el hambre está alcanzando nuevos niveles mientras el COVID-19 sigue devastando economías alrededor del mundo. Un reporte del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Internacional para Migraciones (OIM) señala que la escasez de alimentos está forzando a millones de personas a migrar en busca de trabajo para alimentar a sus familias.
Las comunidades en mayor riesgo son aquellas ya afectadas por conflictos, violencia o desastres naturales. El reporte dice que los esfuerzos para frenar el COVID-19 han resultado en restricciones sin precedentes sobre la movilidad, el comercio y la actividad económica, desatando una recesión mundial y causando que el hambre aumente.
El PMA proyecta un aumento del 80% en el número de personas con aguda inseguridad alimenticia, de los niveles previos a la pandemia de 149 millones a 270 millones a finales de este año.
El reporte de las dos organizaciones encontró que los 164 millones de trabajadores migrantes del mundo, especialmente aquellos en el sector informal, están entre los más golpeados por la pandemia.
La portavoz de la OIM, Angela Wells, dijo que los trabajadores inmigrantes, que frecuentemente laboran en condiciones temporales y estacionales, por muy poco dinero y ninguna protección social, son particularmente vulnerables.
“Más de 94.000 restricciones de viaje en más de 220 países, territorios o áreas impuestas para contener la pandemia han limitado las posibilidades de las personas para moverse, trabajar y poder adquirir alimentos y otras necesidades básicas”, dijo Wells. “Sin ingresos constantes, el reporte advierte que muchos s verán empujados a regresar a casa lo cual ocasionará una significativa caída en las remesas”.
La importancia de las remesas
El reporte estima que las remesas proveen una esencial fuente de vida para 800 millones de personas en el mundo, o una de cada nueve. El Banco Mundial espera que las remesas bajen hasta en un 14% mundialmente en el 2020.
El portavoz del PMA, Tomson Phiri, dijo que las remesas de inmigrantes internacionales juegan un papel crucial en la manutención de familias. Indicó que el hambre inevitablemente aumentará sin esa fuente de ingresos.
“Basados en nuestro análisis, PMA ha proyectado que la pérdida de remesas podría dejar a unos 33 millones de personas adicionales en riesgo de sufrir hambre en unos 79 países cubiertos por este análisis… Y, nuestras oficinas están reportando que uno de cada cinco hogares dice que usa las remesas exclusivamente para comprar alimentos”, dijo Phiri.
Las dos agencias están pidiendo a la comunidad internacional que responda ante la inmediata y creciente necesidad humanitaria de cientos de millones de personas luchando por sobrevivir los devastadores impactos de la pandemia.