El secretario del Departamento de Justicia de Estados Unidos, William Barr, dijo este martes que "hasta la fecha" no se han encontrado pruebas de un fraude electoral que hubiera podido alterar el resultado de los comicios del pasado 3 de noviembre.
"Hasta la fecha, no hemos visto fraude a una escala que pudiera haber llevado a un resultado diferente en la elección", dijo el jefe de la cartera de Justicia en una entrevista concedida a la agencia Associated Press.
El secretario sostuvo que sí se han producido irregularidades, algunas de las cuales habrían afectado a "unos pocos miles de votos", pero aseguró que obedecen a "circunstancias muy particulares" y que están siendo descubiertas. "No hay alegaciones sistemáticas".
Barr hizo estas declaraciones en un momento en que el presidente Donald Trump y su equipo aún se encuentran embarcados en una cruzada legal cuyo objetivo es revertir el resultado de las elecciones, cuyos resultados proyectan al demócrata Joe Biden como futuro presidente de EE.UU.
El secretario de Justicia no es el primer funcionario de alto rango vinculado con la seguridad electoral en respaldar los comicios.
A mediados de noviembre ya lo hizo Chris Krebs, el director de la Agencia de Seguridad para la Ciberseguridad e Infraestructura (CISA), quien dijo que las del 2020 habían sido las elecciones "más seguras en la historia de Estados Unidos". Unos días después fue despedido.
Tanto el mandatario como algunos legisladores republicanos rechazan reconocer la victoria del demócrata ya que, según dicen, los comicios fueron amañados. Sin embargo, por el momento no han presentado pruebas que sustenten tales acusaciones y, uno tras otro, los tribunales han ido desestimando sus demandas.
"Existe una tendencia creciente a recurrir al sistema judicial para intentar arreglarlo todo y si alguien no le gusta algo, entonces quiere que el Departamento de Justicia vaya a investigar", lamentó Barr.
A comienzos de noviembre, una semana después de las elecciones, Barr recibió numerosas críticas por emitir un memorando autorizando a todos los fiscales a iniciar investigaciones por su cuenta en caso de que se produjeran "alegaciones claras y aparentemente creíbles de irregularidades que, de ser ciertas, podrían potencialmente afectar el resultado de una elección federal en un estado individual".
A pesar de esta medida, la cartera de Justicia no ha logrado por el momento encontrar pruebas que justifiquen poner en duda el resultado de una elección que el actual presidente habría perdido por más de seis millones de votos.
Reacción del equipo de Trump
En este sentido, el equipo de campaña de Trump reaccionó a las declaraciones del secretario de Justicia con un duro comunicado en el que ponía en entredicho el trabajo de su departamento.
"Con todo el respeto al secretario de Justicia, no ha existido nada que se asemeje a una investigación del Departamento de Justicia", comienza el comunicado, firmado, entre otros, por Rudy Giuliani, abogado y asesor de Trump. "Tenemos numerosos testigos declarando bajo juramento que fueron testigos de la comisión de crímenes".
Asimismo, el comunicado acusa a la agencia federal de no haber examinado aún ninguna máquina de votación, en referencia a una teoría sin sustentar que afirma que Venezuela habría manipulado estos equipos en connivencia con funcionarios estadounidenses, tanto demócratas como republicanos.
Después de casi un mes desde la jornada electoral, los republicanos aún no han logrado presentar estas pruebas ni testigos de cargo en ninguno de los más de 30 pleitos presentados por el momento, una estrategia que les ha llevado incluso a ser reprendidos en los tribunales.
"Las elecciones libres y justas son el alma de nuestra democracia. Las acusaciones de injusticia son serias. Pero calificar una elección como injusta no significa que sea así", escribió Stephanos Bibas en nombre de un panel de tres jueces al desestimar el pasado viernes una de estas demandas.