El senado argentino aprobó en la madrugada del miércoles la ley de legalización del aborto en las primeras 14 semanas del embarazo, lo que modificará el código penal y la Constitución Nacional, después de un largo y polémico debate en la nación sobre el tema.
Junto con el proyecto para despenalizar el aborto, los senadores aprobaron una norma paralela para asistir a las mujeres que desean seguir adelante con su embarazo y enfrentan severas dificultades económicas o sociales.
Con la decisión, Argentina deja atrás nueve intentos fallidos de aprobar proyectos de leyes anteriores. Se une a Uruguay, Cuba, Guyana, Guyana Francesa y Puerto Rico, que tienen regulaciones similares.
El proyecto, impulsado por el presidente de centroizquierda Alberto Fernández, dividió las opiniones en la sociedad argentina y también en el Congreso, donde recibió el apoyo de legisladores oficialistas y opositores.
El país austral convirtió en ley la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), con 38 votos a favor y 29 en contra, cuatro ausentes y una abstención.
Semanas atrás, la norma había sido aprobada por la Cámara de Diputados pese a la oposición de la Iglesia Católica local.
El 11 de diciembre ya se había obtenido media sanción de los diputados. Los cambios que aceptó hacer el oficialismo en la reglamentación fue lo que terminó destrabando el debate y convenció a algunos senadores de votar a favor.
Con estos números, se invirtió el resultado que se había dado en la votación en la Cámara Alta en 2018.
La sesión se extendió por 12 horas, hasta que se votó en el recinto y en forma virtual en la madrugada del miércoles.
El presidente Fernández remarcó que su gobierno "busca un plan de salud que proteja a los ciudadanos".
"Si yo pienso que desde el regreso de la democracia a la Argentina, 3.000 mujeres murieron al intentar practicarse un aborto, me parece mal (...) Yo tengo un problema de salud pública, porque el resto es todo hipocresía. Decir que el aborto no existe, es un acto de hipocresía, y no puede ser desatendido, y lo dije todo en la campaña", señaló el mandatario.
"Hoy estamos haciendo historia", dijo a la televisión argentina Elizabeth Victoria Gómez Alcorta, ministra de la cartera de Mujeres, Géneros y Diversidad.
La Senadora Norma Durango, de la provincia de La Pampa, expicó que se trata de "la incorporación de derechos".
"Hoy es un día de esperanza, estoy convencida que es un derecho de todas las mujeres, es una tragedia emocional para las mujeres, por eso debe ser una práctica segura, y que esta ley no obliga a nadie a abortar", agregó Durango.
En tanto, el senador Antonio Rodas, de la provincia del Chaco, dejó en claro que "considera que la ley es inconstitucional y en detrimento de la vida".
"No estoy en contra de nadie, si estoy a favor de las dos vidas, porque la vida es un don de Dios, porque una vida organizada en valores humanos y cristianos, es lo mejor que le puede pasar a un ser humano", dijo Rodas.
Reacciones a favor y en contra en las calles
Mientras, en las calles miles de personas celebraron la nueva ley, y hubo movilizaciones y acampadas en las afueras del Congreso de la Nación en Buenos Aires, a favor y en contra de la iniciativa.
Una multitud vistiendo pañuelos verdes, estalló en una celebración en las afueras del Congreso, en el centro de Buenos Aires, cuando la ley fue aprobada en la madrugada.
Karina Roa, de los Movimientos Feministas, señaló que "se buscan evitar las muertes clandestinas" y que las personas están en las calles con un objetivo común.
"Que Argentina amplié sus derechos, continúe su liderazgo, tan importante de ampliar los derechos delas mujeres. Es emocionante ver tanta gente en la calle, esta marea verde que cubre toda la Argentina y los países de la región", afirmó.
El papa Francisco -de nacionalidad argentina- criticó el martes la iniciativa a través de un tuit: "Toda persona descartada es un hijo de Dios".
"Adoptar una ley que legalice el aborto en un país católico tan grande como Argentina sin duda impulsará la lucha para garantizar los derechos de las mujeres en América Latina", afirmó Juan Pappier, investigador de la ONG de derechos humanos Human Rights Watch, citado por Reuters.
"Como sucedió cuando Argentina legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en 2010, esta nueva ley podría tener un efecto dominó en la región", añadió.