La crisis del coronavirus continúa causando estragos a la población mundial y, de momento, no se ven síntomas de un final de la pandemia. Además, la aparición de nuevos linajes o variantes, como las últimas del Reino Unido, Brasil y Sudáfrica, dan más motivos para pensar que la normalidad que teníamos antes del coronavirus difícilmente va a volver, al menos a corto plazo.
La vacuna, la solución inmediata
Es lo que opinan varios expertos sanitarios consultados por la Voz de América. El médico Raúl Mederos admite que “es difícil” vislumbrar un final a la crisis sanitaria y remarca que “lo importante es vacunar” a la mayor población posible para lograr esa “inmunidad de rebaño” en todo el mundo.
“De esa forma, la mayor parte de la población sería inmunizada y evitarían la propagación y el contagio del virus. Pero eso va a tomar tiempo”, dijo al respecto Mederos, quien es cirujano general en Hialeah, Florida y está afiliado a varios hospitales de la zona.
En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), junto a un panel de asesores sanitarios, determinaron que los médicos, personal en residencias de la tercera edad y población mayor de 65 años, serían los primeros en ser inoculados con la nueva vacuna. Los gobiernos de países de la región han tomado la misma decisión.
Distribución lenta
La logística de las dosis, que requiere un transporte especial a muy baja temperatura, y la fabricación de la vacuna, que no ha sido tan rápida como se esperaba, están provocando una lentitud generalizada en el proceso. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien ha impulsado un plan especial de vacunación, se ha comprometido a cumplir con el millón y medio de aplicaciones diarias para lograr que antes de otoño la mayor parte de la población esté vacunada.
Pero, ¿eso solucionará las cosas para volver a la normalidad?: “Uno empieza a vislumbrar que en el futuro no tan lejano va a haber una resolución de esto, pero no está a la vuelta de la esquina”, insiste por su parte el Dr. Carlos Torres Viera, especialista en enfermedades infecciones, durante una entrevista con la VOA.
“Hay que vacunar a todo el planeta, no sólo a un país”, afirmó.
En ese sentido recordó que, si por ejemplo, Estados Unidos logra esa “inmunidad de rebaño” vacunando a más del 80% de la población “eso no soluciona nada”, porque en el resto del mundo aún habrá un déficit de vacunación. Y eso hará que esa “vuelta a la normalidad” tenga que esperar.
“El hecho de que un país logre esa inmunidad de rebaño no evita que pueda seguir habiendo epidemias porque la gente va a viajar, la gente se va a comunicar, etc.”, expuso el especialista.
Así pues, recalcó que hasta que el 80 por ciento de la población mundial no haya sido inoculada, no se podrá empezar a hablar de un acercamiento a la normalidad que conocíamos antes de que estallara la pandemia en todo el mundo.
El coronavirus formará parte de nuestras vidas
Por su parte, la Dra. Nuria Lawson, otra médica consultada por la VOA para la elaboración de este informe, y quien trabaja en el hospital Palmetto sur de Florida, expuso que está convencida de que “nuestro futuro, definitivamente, va a incluir el COVID-19 con la humanidad de ahora en adelante”.
“De la misma manera que la influenza, siempre vamos a tener el coronavirus”, pronosticó. En ese sentido, instó a la población a adaptarse a las medidas sanitarias y a modificar algunas prácticas de comportamiento.
“Es muy agradable dar besos y abrazos a todo el mundo, pero vamos a tener que cambiar ese comportamiento porque se transmiten muchas infecciones de esa manera”, sostuvo Lawson.
¿Qué pasará con las mascarillas?
Los doctores entrevistados coincidieron al afirmar que el uso de mascarillas ha puesto de manifiesto su eficacia para evitar los contagios, y no sólo de COVID-19. “Este año se han dado muchos menos casos de gripe, y eso se debe a que la población ha estado utilizando mascarilla”, defiende el Dr. Torres Viera.
La pregunta que muchos se hacen es si el uso de mascarilla va a permanecer por el resto de nuestras vidas o si, por el contrario, se podrán hacer actividades en espacios públicos sin utilizarlas.
“No te voy a decir que vamos a tener que usar mascarillas por el resto de la humanidad, pero definitivamente vamos a tener que cambiar nuestros comportamientos porque este no es el único ni el último virus”, señaló.
El Dr. Mauricio González, quien trabaja como médico internista y residente en medicina de emergencia en el hospital Metropolitan de Nueva York, considera que “ya es parte de nuestra vida” y, en muchos lugares, como los hospitales o supermercados, es posible que ya se obligue al uso de mascarillas de forma definitiva.
“Algo bueno tuvo que haber salido de esta pandemia y es que estos cambios de actitud pueden traer muchísimas mejoras, quizás en el futuro veamos una reducción de casos de influenza u otros virus respiratorios”, agregó sobre esa cuestión.
¿Volveremos a trabajar en una oficina?
Desde que irrumpió la pandemia, ahora hace más de un año, una de las primeras medidas que se tomaron fue la del teletrabajo para evitar los contactos directos y eliminar los focos de infección en las oficinas. Así que aquellos empleados que podían trabajar desde casa y a través de internet lo han estado haciendo durante todo este tiempo.
Las empresas también han implementado nuevos protocolos en los centros de trabajo, pero aún es “muy arriesgado” volver a funcionar como antes. “Hasta que no haya vacuna, nada”, repiten una y otra vez los expertos consultados.
¿Y las escuelas?
Las restricciones en las escuelas, en los bares, restaurantes, salas de cine y de conciertos ya forman parte de la “nueva normalidad”. A pesar de que las autoridades sanitarias siguen remarcando la importancia de cumplir con las reglas de bioseguridad, sí que es cierto que hay numerosos estudios de todo el mundo que concluyen que los colegios no son focos de infección y que, en la mayoría de los casos, los contagios se producen fuera de estos sitios.
Por eso, muchos están convencidos de que las escuelas pueden operar bajo una cierta normalidad, pero cumpliendo a rajatabla con todos los protocolos establecidos.
“Los estudios nos están indicando que las escuelas no son focos de transmisión. Sabemos que los restaurantes tampoco son focos de infección, si acaso está entre el 2 y 3 por ciento”, subrayó la Dra. Lawson.
Sobre eso, recordó que “más del 75 por ciento de las infecciones están ocurriendo en los hogares”.
“Si seguimos a la ciencia, vamos a poder dar recomendaciones utilizando el cerebro y no el corazón. No hay por qué cerrar restaurantes si ellos no son los responsables de los contagios, y hay que recalcar a las personas que, aunque veamos a nuestros familiares, eso no quiere decir que no estén portando el virus”, advirtió.
Con todo, los expertos sanitarios piden “tener paciencia” sobre esa anhelada vuelta a la normalidad, aunque alertan que la vida como la conocíamos antes de la pandemia, difícilmente volverá a ser igual.