La oficina de derechos humanos de la ONU ha pedido al gobierno brasileño que lleve a cabo una investigación exhaustiva e imparcial sobre una mortal operación policial en una de las favelas de Río de Janeiro, la semana pasada.
Al menos 25 personas, incluido un policía, murieron en una redada al amanecer en uno de los barrios de chabolas de Río de Janeiro. Según los informes, en la dramática operación participaron militares, que llegaron a disparar desde un helicóptero presuntamente contra miembros de una organización criminal.
El portavoz de derechos humanos de la ONU, Rupert Colville, lamentó que un número desconocido de personas resultaron heridas, incluidos transeúntes y personas dentro de sus casas.
“Parece ser la operación más mortífera de este tipo en más de una década en Río de Janeiro y confirma una tendencia de larga data en el uso innecesario y desproporcionado de la fuerza por parte de la policía en los barrios pobres, marginados y predominantemente afrobrasileños, conocidos como favelas", dijo Colville.
Agregó que la operación se llevó a cabo a pesar de un fallo de la Corte Suprema Federal en 2020, restringiendo las operaciones policiales en las favelas de Río durante la pandemia de COVID-19.
Argumentó que claramente algo no está funcionando en los sistemas político, gubernamental y judicial de Brasil y que debe solucionarse. Dijo que los problemas en las favelas, incluidas las actividades delictivas, han venido sucediendo durante generaciones.
“Uno no puede ignorar eso, es un hecho de la vida. Pero la forma de hacer frente a esto, es responsabilidad de las autoridades para hacer frente a cuestiones relacionadas al crimen, al tiempo que se asegura que la población civil y las mujeres y los niños en estos lugares tan abarrotados y atestados con muchas mujeres y niños, que no se vean afectados por este tipo de operaciones ", dijo Colville.
En respuesta a la redada, el vicepresidente brasileño Hamilton Maurao fue citado diciendo que era lamentable que “verdaderas narco-guerrillas” retengan el control sobre partes de Río de Janeiro. El presidente Jair Bolsonaro no mencionó el incidente durante su transmisión semanal en vivo la semana pasada en Facebook.
La policía brasileña dice que todos los muertos en la redada, aparte del policía, eran presuntos narcotraficantes.