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El Supremo de EE. UU. acepta escuchar caso que podría reducir el acceso al aborto


Fachada de la Corte Suprema de Estados Unidos, en Washington DC, el 29 de junio de 2020.
Fachada de la Corte Suprema de Estados Unidos, en Washington DC, el 29 de junio de 2020.

La Corte Suprema de Justicia, dominada actualmente por conservadores, escuchará un caso sobre si se puede practicar un aborto más allá de las quince primeras semanas de gestación. El caso podría ser escuchado en octubre.

La Corte Suprema de Estados Unidos acordó el lunes considerar una importante restricción a casi 50 años de derechos al aborto en el país, y dijo que decidirá si los estados pueden prohibir la interrupción del embarazo antes de que un feto pueda sobrevivir fuera del útero.

Es probable que los argumentos en el caso se escuchen en el período de la corte que comienza en octubre, con la nueva mayoría conservadora de 6-3 posiblemente lista para limitar significativamente el derecho constitucional de una mujer al aborto expresado por primera vez en la decisión Roe v. Wade, de 1973, y reafirmado 19 años después.

La disputa más reciente sobre el aborto involucra una ley promulgada por el estado sureño de Mississippi que prohibiría los abortos después de la semana quince de embarazo, uno de los numerosos estatutos aprobados por las legislaturas estatales de mayoría conservadora en los últimos años que buscan hallar fisuras al fallo de 1973.

La entonces candidata a la Corte Suprema Amy Coney Barrett testifica durante el tercer día de sus audiencias de confirmación en el Capitolio en Washington, el 14 de octubre de 2020.
La entonces candidata a la Corte Suprema Amy Coney Barrett testifica durante el tercer día de sus audiencias de confirmación en el Capitolio en Washington, el 14 de octubre de 2020.

El caso de aborto de Mississippi sería el primero que escucharía la nueva jueza, Amy Coney Barrett, firme opositora al aborto nombrada para la Corte el año pasado por el entonces presidente Donald Trump. Barrett reemplazó a la difunta jueza Ruth Bader Ginsburg, quien era una acérrima defensora del derecho al aborto.

Barrett fue uno de los tres conservadores que Trump nombró a la corte. Los otros dos, los jueces Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh, se pusieron del lado perdedor en un fallo sobre el aborto en 2020, votando -sin éxito- para permitir que Luisiana hiciera cumplir las restricciones a los médicos que podrían haber cerrado dos de las tres clínicas de aborto del estado.

Pero la mayoría de la corte, que incluyó a Ginsburg, prohibió a Luisiana exigir que los médicos que realizan abortos tuvieran privilegios de admisión en los hospitales cercanos. Tanto en el caso de Luisiana como en un caso anterior, casi idéntico, relacionado con una ley de Texas, el juez Stephen Breyer escribió que las leyes imponen una carga indebida al derecho constitucional a tener un aborto.

La ley de Mississippi que prohíbe los abortos después de la semana quince de embarazo se promulgó en 2018, pero se bloqueó después de una impugnación de la corte federal. La única clínica de abortos del estado permanece abierta, y su propietario dice que la clínica realiza abortos hasta las 16 semanas.

Una cuestión clave en el caso es la viabilidad fetal, si un feto puede sobrevivir fuera del útero a las quince semanas. En la consideración de la corte inferior del caso, la clínica de Mississippi dijo que la viabilidad era imposible en esa etapa del embarazo. La Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de Estados Unidos dijo que el estado "reconoció que no había identificado evidencia médica de que un feto fuera viable a las quince semanas".

La ley de Mississippi, si es respaldada por la Corte Suprema, permitiría excepciones a la prohibición de quince semanas en casos de emergencia médica o anormalidad fetal severa. Los médicos que violen la prohibición se enfrentarían a la suspensión o revocación obligatoria de sus licencias médicas.

El caso que presentará la Corte Suprema es independiente de las disputas sobre las leyes promulgadas por Mississippi y otros estados que prohibirían la mayoría de los abortos a las seis semanas, cuando se puede detectar un latido fetal, pero antes de que algunas mujeres se den cuenta de que están embarazadas.

Un tema polémico

El derecho al aborto sigue siendo uno de los temas más polémicos en los Estados Unidos, con marcadas divisiones entre los estadounidenses a lo largo de líneas partidistas, ideológicas y religiosas.

Una encuesta reciente del Pew Research Center encontró que una mayoría del 59% de los adultos estadounidenses dice que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos, mientras que el 39% piensa que el aborto debería ser ilegal en todos o en la mayoría de los casos.

Pero los demócratas y los independientes de tendencia demócrata, por un margen de 80% a 35% respectivamente, tienen más probabilidades que los republicanos y los que se inclinan por los republicanos a decir que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos.

"La mayoría de los adultos de todos los grupos raciales y étnicos dicen que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos", dijo Pew. “El apoyo al aborto legal es mayor entre las personas con mayores niveles de educación”.

Los investigadores dijeron que los protestantes evangélicos blancos continúan oponiéndose al aborto en todos o en la mayoría de los casos. El centro Pew señala que, en contraste, la mayoría de los protestantes blancos que no se consideran evangélicos (63%) dicen que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos.

Los "no" religiosos - aquellos que no están afiliados a ninguna religión - apoyan abrumadoramente el aborto legal, sostiene el centro Pew. Entre ellos, el 82% dice que debería ser legal en todos o la mayoría de los casos, mientras que solo el 16% dice que debería ser ilegal.

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