Como parte de la nueva política del gobierno de Estados Unidos, enfocada en confrontar directamente las causas de la inmigración irregular desde Centroamérica y el Caribe, el secretario de Estado, Antony Blinken, viajará entre el 1 y 2 de junio a Costa Rica, según dio a conocer el Departamento de Estado el jueves.
Además de un anunciado encuentro con el mandatario costarricense Carlos Alvarado Quesada, Blinken tiene planeado reunirse con estadistas de los países que conforman el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) para promover “un enfoque de colaboración para abordar las causas fundamentales de la migración”.
El SICA lo conforman también Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá y Belice.
El gobierno del presidente Joe Biden ha enfrentado un incesante flujo de inmigrantes que llegan principalmente desde lo que se conoce como el Triángulo Norte de Centroamérica: Honduras, Guatemala y El Salvador.
Esto ha hecho que la Administración demócrata se haya visto obligada a destinar cuantiosos recursos para poder albergar a miles de menores no acompañados que han entrado al país, así como para la agilización a los procesos migratorios ralentizados con la llegada de la pandemia de COVID-19 desde marzo de 2020.
En el viaje, el alto diplomático estadounidense tratará temas como los del “crecimiento económico inclusivo”, el combate al COVID-19, políticas medioambientales.
Más tarde el jueves el ministro de Exteriores de Costa Rica, Rodolfo Solano Quirós, anunció el beneplácito de su país con la llegada de Blinken.
“Con esta visita se confirma el extraordinario estado de las relaciones entre Estados Unidos y Costa Rica”, celebró el canciller a través de un comunicado compartido en redes sociales.
La parte costarricense recalcó que será una oportunidad para ahondar en el diálogo político, temas de cooperación bilateral y agendas de negocios.
Un compromiso regional
La secretaria adjunta para el Hemisferio Occidental en el Departamento de Estado, Julie Chung, agradeció, en una llamada con los periodistas, el papel de Costa Rica como anfitrión de la venidera reunión.
“Realmente creemos que esta es una gran oportunidad para ver una solución regional para tener esta discusión con el grupo de líderes gubernamentales del SICA”, comentó la funcionaria.
En una pregunta sobre los desafíos para los gobiernos de la región, con el auge de la inmigración irregular, Chung señaló que EE. UU. siempre ha tenido en cuenta “la importancia de abordar la corrupción y asegurarse de que los derechos humanos, la democracia y [los esfuerzos] anticorrupción estén en el centro de una política exterior, ya sea en las discusiones con las contrapartes de SICA o dentro de Centroamérica, El Salvador, Honduras El Salvador o cualquier otro de los países de la región”.
Venezuela en las discusiones
La situación de la migración venezolana también salió a relucir en las declaraciones de Chung, quien recalcó que EE. UU. “ha sido el mayor donante” para paliar sus necesidades en Costa Rica, donde apuntó que habría algo más de 30.000 de ellos allí.
“El terrible desastre humanitario causado por el régimen de Maduro y el éxodo de millones de venezolanos a la región ha tenido un impacto muy profundo”, señaló Chung el enfoque que EE. UU. ha tenido con el tema.
“Queremos ver la crisis humanitaria venezolana y su impacto en la región, por supuesto, los flujos migratorios, el abuso de traficantes y coyotes”, comentó y dijo que su país usa “todas las herramientas, incluida la aplicación de la ley”, con tal de detener el flujo de este movimiento peligroso que ha estado ocurriendo en toda la región.
* Con la colaboración de Armando Gómez, desde San José.
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