La Comisión de la Verdad llevó a cabo un encuentro que se centró en el reconocimiento de las responsabilidades sobre el secuestro por parte de la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y en la dignificación de las víctimas.
Estos actos, en los que participan cara a cara los exguerrilleros y las víctimas, hacen parte de la culminación de un proceso que inició en enero de 2020 y de las que hacen parte siete conversaciones públicas y privadas, hechas previamente, desarrolladas por una comisión creada por el acuerdo de paz de 2016.
El miércoles, uno de los discursos más esperados fue el de la excandidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, quien permaneció más de seis años privada de la libertad por parte de las FARC.
"Debo confesarles que me sorprende que nosotros de este lado del escenario estemos todos llorando y que del otro lado no haya habido una sola lágrima", dijo la exdirigente política de 59 años", dijo Betancourt, quien se reunió por primera vez de frente, después de 13 años, con los líderes de las ahora desmovilizadas FARC.
“Aquí estamos los que estamos, cargando nuestras heridas y nuestros muertos, con la dificultad de mirarnos los unos a los otros a la cara”, añadió la excandidata.
Otras siete víctimas participaron en el encuentro, donde tuvieron oportunidad de contar su historia públicamente.
"Yo he perdonado, he perdonado para no seguir envenenando mi espíritu", dijo Armando Acuña, que fue secuestrado en 2009. "Quiero pedirles hacer todo lo humano y casi lo inhumano por la paz de este país", citó Reuters.
“Aquí estamos los que estamos cargando nuestras heridas y nuestros muertos con la dificultad de mirarnos los unos a los otros a la cara. Con el dolor de oírnos y con el pudor de nuestras emociones, pero con la decisión compartida de romper el círculo vicioso de la violencia”, añadió Betancourt.
El encuentro contó con la presencia de tres antiguos integrantes del secretariado guerrillero: Rodrigo Londoño, Pastor Alape y Carlos Antonio Lozada, quienes junto con otros excombatientes reconocieron ante la sociedad las acciones relacionadas con el secuestro.
En el encuentro también participaron familiares de secuestrados, la embajadora de la Unión Europea en Colombia y miembros del sistema de justicia de paz.
Roberto Lacouture, víctima de secuestro en el departamento del César, manifestó que no estuvo "de acuerdo con este Acuerdo de Paz en la forma en como lo llevaron (...) pero estoy aquí para decir que esto tiene que seguir. Ustedes no pueden volver a las armas”.
“Estoy acá para decir que esto tiene que continuar, que las Farc no pueden volver a las armas, pero que deben dejar también el discurso de armas, es necesario hacer La Paz del verbo”, agregó Lacouture.
En el caso de Diana Daza, esposa de víctima de un secuestrado, manifestó que estaba en el encuentro “porque necesito sanar mi corazón, necesito perdonar”.
Los antiguos líderes de las FARC aceptaron en abril su responsabilidad en miles de secuestros. En un documento, los exguerrilleros reconocieron su responsabilidad y pidieron perdón ante la JEP que está evaluando si hubo “un reconocimiento pleno de los delitos imputados y aportes a la verdad“.
Las FARC cometieron 21.396 secuestros, según datos de la Justicia Especial para la Paz, en medio del conflicto interno que ha dejado más de 260.000 muertos y millones de desplazados. Ocho altos mandos fueron imputados por crímenes de lesa humanidad ocurridos entre 1990 y 2016, en enero.
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