El nuevo primer ministro de Haití, Ariel Henry, asumió el cargo el martes tras el asesinato del presidente hace dos semanas, y se comprometió a mejorar la terrible seguridad del país y a organizar unas elecciones dilatadas durante mucho tiempo.
Henry fue instalado como jefe de un nuevo gobierno en un intento por estabilizar un país al borde del caos desde el asesinato del presidente Jovenel Moise en su residencia en la madrugada del 7 de julio.
La juramentación de Henry, quien fue nombrado para el cargo por Moise días antes de su muerte, fue vista como un paso clave hacia la celebración de elecciones, como lo exigieron muchos haitianos y la comunidad internacional.
Después de que el presidente fuera asesinado por comandos armados, el primer ministro en funciones, Claude Joseph, declaró el "estado de sitio" y dijo que estaba a cargo, lo que provocó una lucha por el poder en la empobrecida nación caribeña asolada por la violencia.
"Una de mis tareas prioritarias será asegurar a la gente que haremos todo lo posible para restaurar el orden y la seguridad", dijo Henry el martes a la población de Haití de 10 millones de personas. "Este es uno de los principales temas que el presidente quería que abordara, porque entendió que era un paso necesario si queríamos tener éxito en su otra preocupación de organizar elecciones creíbles, honestas, transparentes e inclusivas".
La ceremonia de inauguración en Puerto Príncipe estuvo precedida por solemnes homenajes a Moise, que incluyeron discursos, bailes y música en un escenario con ramos de flores blancas y un retrato gigante del presidente asesinado.
Lea también: La comunidad internacional condena magnicidio en Haití
Las autoridades haitianas, con la ayuda de la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos, todavía están investigando los turbios motivos del asesinato de Moise.
Más de 20 personas, muchas de ellas militares colombianos retirados, han sido arrestadas en relación con el asesinato.
En el nuevo gobierno, Joseph, que accedió a dimitir y ceder el cargo a Henry, regresó a su anterior puesto como ministro de Relaciones Exteriores.
Moise, de 53 años, había gobernado por decreto Haití, el país más pobre de América, después de que las elecciones legislativas previstas para 2018 se retrasaron a raíz de múltiples disputas, incluso sobre cuándo terminó su propio mandato.
Además de las elecciones presidenciales, legislativas y locales, Haití debía tener un referéndum constitucional en septiembre después de que se pospusiera dos veces debido a la pandemia de coronavirus.
En la lucha por el poder después del asesinato de Moise, la balanza se inclinó hacia Henry cuando los embajadores, incluidos algunos de Estados Unidos, Francia y las Naciones Unidas, brindaron informalmente su apoyo al neurocirujano de 71 años.
Haití no tiene un parlamento en funcionamiento ni un proceso de sucesión viable y ya estaba sumido en una crisis política y de seguridad cuando Moise fue asesinado.
La policía haitiana ha acusado a un médico haitiano con vínculos con Florida, Christian Emmanuel Sanon, de ser el autor intelectual del complot y de tener "objetivos políticos".
"Todos los culpables, perpetradores y patrocinadores deben ser identificados y llevados ante la justicia haitiana", dijo en su discurso Henry, quien anteriormente ocupó varios cargos ministeriales. "Y espero que se pronuncien sentencias ejemplares y disuasorias. La nación no espera menos de sus líderes. Nunca más tendremos que revivir una tragedia así".
"La solución a la crisis haitiana debe venir de los haitianos", agregó. "Todo es negociable, excepto la democracia, las elecciones y el Estado de Derecho".
Henry también agradeció a los socios internacionales por la llegada del primer lote de vacunas COVID-19 del país, que llegó la semana pasada a una nación con escasos recursos sanitarios.
Estados Unidos, que ejerce una amplia influencia en Haití, dio la bienvenida al nuevo gobierno, y el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que Washington estaba "alentado de ver a los actores políticos y civiles haitianos trabajando para formar un gobierno de unidad que pueda estabilizar el país".
Moise será sepultado el viernes en la ciudad norteña de Cap-Haitien. Su viuda, Martine Moise, que resultó gravemente herida en el ataque, fue atendida en un hospital de Miami antes de regresar a casa durante el fin de semana.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.