El fin de semana pasado se abrió un nuevo capítulo en el caso del empresario colombiano, Alex Saab, pues luego de estar más de un año detenido en Cabo Verde, fue extraditado a Estados Unidos. Pero, ¿ahora qué viene?
El lunes de esta semana, Saab compareció ante un tribunal federal en Miami, Florida, para hacer frente a acusaciones por presunto lavado de dinero relacionado con el Gobierno venezolano en su contra.
Mariano De Alba, abogado especialista en derecho internacional, sostiene que el escenario probable es que Saab sea juzgado y, en caso de ser encontrado culpable, posteriormente condenado.
Aunque explica que el desarrollo del proceso depende de la actitud del empresario colombiano y su defensa, asegura ser bastante cauteloso de decir que “esta es una historia que está cerrada”.
“Hay otros escenarios. Hay escenarios donde el señor Saab decide compartir información y hay escenarios donde el Gobierno estadounidense decide abrir la puerta a negociar la no acusación o levantamiento de los cargos al señor Saab a cambio de concesiones concretas e importantes por parte del gobierno venezolano”, explica a la Voz de América De Alba.
Una peculiaridad del sistema penal estadounidense que, según expertos, permite al Departamento de Justicia maniobrar y que, en el caso de Venezuela, le otorga a Estados Unidos un “as bajo la manga”.
“Si hubiese la disposición a negociar la libertad del señor Saab a cambio de algo por parte del gobierno de Nicolás Maduro, yo pienso que sí sería posible”, sostiene el abogado.
Aunque expertos en Washington insisten en la independencia judicial del poder político en Estados Unidos.
“Estados Unidos es un sistema donde la separación de poderes funciona, donde los balances en el poder funcionan y donde los poderes operan de forma independiente el uno del otro, de forma coordinada, pero independiente”, afirma Diego Area, subdirector de estrategia para América latina, Atlantic Council.
Algo que además fue ratificado por el Departamento de Estado, esta semana.
“La aplicación de nuestras leyes es independiente de la política. Las acusaciones penales contra Alex Saab son previas y no tienen relación con las actuales negociaciones políticas con la Plataforma Unitaria y el régimen de Maduro. Esto avanza por otras vías, no existe nexo alguno”, aseguró Ned Price, portavoz del Departamento de Estado.
Area sostiene que aunque se trata de un un proceso largo que depende de la intención de Saab de cooperar o no, es un mensaje importante pues ya se pasó de una “amenaza creíble” a un “acto concreto”.
“Este es un mensaje transversal de que nadie está por encima de la justicia, no importa cuan poderoso, cuan bien conectado estés, si tu participas en actividades criminales, la justicia funciona, la justicia internacional funciona”, explica el subdirector de Atlantic Council.
El gobierno ha asegurado que Saab es un enviado especial e incluso lo ha calificado de “diplomático”. De Alba explica que si bien la defensa de Saab pudiese usar ese argumento, considera que era usado sobretodo para convencer a Cabo Verde de que no lo extraditara.
“La importancia de ese argumento tanto de Saab, sus abogados y el gobierno venezolano pierde mucho peso una vez que está ante un tribunal estadounidense, porque recordemos que para EE. UU. el gobierno de Venezuela no es el de Maduro y los tribunales estadounidenses tienen una gran deferencia hacia el criterio que adopta el Poder Ejecutivo”, explica el abogado.
Por lo pronto, el juicio contra Alex Saab podría arrojar pistas frescas el primero de noviembre, fecha de su segunda audiencia.
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