La asamblea general de la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó el viernes con 25 votos a favor una resolución que rechaza los resultados de las elecciones en Nicaragua y pide al organismo una evaluación la situación en el país antes del 30 de noviembre.
La resolución, que fue presentada por ocho países las elecciones presidenciales que le dieron la reelección por cuarto mandato consecutivo a Daniel Ortega el pasado domingo, asegurando que “no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática”.
El documento también pide a la OEA convocar una sesión para hacer una evaluación “colectiva” de la situación en Nicaragua antes del 30 de noviembre y que “tome las acciones apropiadas”.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, pidió en junio a los países miembros considerar considerar aplicar el artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana, que suspendería la participación de Nicaragua en el organismo. El primer paso para aplicar este artículo es convocar una sesión para abordar la situación del país.
“La evaluación colectiva por parte del Consejo Permanente es el artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana, que refiere en su primer paso la evaluación colectiva de la situación”, enfatizó Almagro en una rueda de prensa posterior a la sesión del viernes.
En la evaluación colectiva, el Consejo Permanente de la OEA puede decidir llevar a cabo “gestiones diplomáticas” para abordar la situación de un país o decidir llamar a una periodo de sesiones extraordinarias de la Asamblea General. En estas sesiones, si los países sentencian que hay una “ruptura del orden democrático”, pueden llamar a una votación para suspender al país de la OEA. Para que esto pase son necesarios al menos 24 votos a favor.
El representante de Nicaragua ante la OEA, Arturo McFields, rechazó la resolución, y aseguró que su país “ha emprendido un camino sin retorno hacia la democracia”.
"La OEA no tiene la autoridad para constituir nuestras juntas receptoras de voto (...) la OEA no es arbitro ni auditor del proceso electoral", esgrimió McFields.
Siete países —Belize, Bolivia, Dominica, Honduras, México, San Vicente y las Granadinas y Santa Lucía— se abstuvieron del voto y uno, la propia Nicaragua, se manifestó en contra.
Estados Unidos, quien estuvo entre los países que presentó la resolución, pidió al consejo permanente que tome “más acciones” frente a Nicaragua, sin entrar en específicos.
“Las acciones de Nicaragua están en contra de la Carta Interamericana (…) y los países miembro deben mantener la presión para que el país cambie de curso”, dijo el embajador de EE. UU. ante la OEA, Bradley Frenden.
La representante de México, uno de los siete países que se abstuvieron en la votación, dijo estar en contra de decisiones que estén encaminadas a “aislar, intervenir o imponer algún tipo de sanción” a un Estado miembro. La embajadora Luz Elena Baños pidió a los estados miembros “encontrar -a través del diálogo y la soberanía- las vías que permitan fortalecer la democracia”.
La OEA es el segundo foro internacional en rechazar los resultados de las elecciones en el país centroamericano. El lunes, la Unión Europea también tildó de ilegítimos los comicios, asegurando que carecen de “garantías democráticas”. El camino al día a la jornada electoral estuvo marcado por la encarcelación de políticos opositores y las restricciones a la prensa.
Haití y pandemia del COVID, también presentes en la Asamblea General
La situación en Haití, país sumido en una crisis de seguridad por la proliferación de pandillas y que atraviesa una crisis política, también fue abordada por los países miembros de la Asamblea General.
Los países miembros aprobaron por unanimidad una resolución que pide a la OEA apoyar al gobierno haitiano a restablecer la seguridad en el país y a celebrar unas elecciones generales bajo observación internacional.
A su vez, el canciller de República Dominicana pidió que la OEA, a través de un sub órgano que reúne a autoridades portuarias, apoye al gobierno haitiano para desbloquear los puertos del país, ocupados por pandillas, que lo que ha llevado a una escasez de gasolina en el país y amenaza con cierre de negocios y hospitales.
La pandemia del COVID-19 y la necesidad de una “estrategia integral” que involucre a todos los Estados también centró la atención de los países en el foro. La asamblea aprobó una resolución que vincula la emergencia del cambio climático con los efectos de la pandemia y pide a las naciones “adoptar medidas individuales y colectivas para abordar las causas estructurales del cambio climático”.
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