La IX Cumbre de Líderes de Norteamérica que comienza este jueves en Washington DC ocupa un lugar importante en las intenciones de Estados Unidos por reavivar las relaciones con sus vecinos Canadá y México, según explicaron fuentes del gobierno del presidente Joe Biden.
Los líderes primero tendrán reuniones bilaterales con Biden antes de converger para la primera Cumbre de Líderes de América del Norte desde 2016.
"Es la culminación de 10 meses de trabajo para revitalizar la plataforma de América del Norte que es fundamental para nuestro éxito económico nacional, así como una asociación que puede desempeñar un papel fundamental en la resolución de desafíos regionales y globales", dijo el miércoles el subsecretario de prensa de la Casa Blanca, Chris Meagher.
Aunque los temas migratorios, como el Programa Permanecer en México (MPP, por sus siglas en inglés) y la situación actual en la frontera "no formarán parte de la discusión", los funcionarios reconocieron que es un asunto de vital importancia para la actual administración.
"Nuestra discusión bilateral con México relacionada con la migración se centrará mucho en las causas fundamentales no solo en Centroamérica, sino también en el sur de México", explicó.
Los desafíos incluyen migración, Cuba, competencia
Los tres líderes también tienen un terreno rocoso que cubrir.
Después de asumir el cargo, Biden detuvo el Protocolo de Protección al Migrante de la era Trump, conocido como el programa "Permanecer en México", pero Texas y Missouri demandaron con éxito al gobierno federal para que lo reiniciara. Es probable que eso suceda en las próximas semanas.
“Creo que la sensación de Estados Unidos de que México no está haciendo lo suficiente en materia de seguridad también será un posible punto de tensión”, dijo Ryan Berg, investigador principal del Programa de las Américas en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. “Seguramente los líderes discutirán el programa Permanecer en México, el hecho de que el Título 42 también está todavía en los libros, los flujos migratorios, así como cómo México puede ayudar a Estados Unidos en los países del Triángulo Norte”.
Biden buscará dejar en claro la importancia de “un enfoque coordinado para la gestión de la migración”.
Funcionarios estadounidenses han dicho que Biden “quiere comprometerse con todos los líderes de la región” sobre el tema migratorio, atendiendo al papel jugado por Canadá y México como “tres de los principales países de destino, para los migrantes y los solicitantes de asilo en la región”.
Analistas sostienen que es probable que algunas de las políticas económicas y climáticas de Washington provoquen la ira canadiense. Trudeau ha dicho que tiene la intención de rechazar el programa Buy American de Biden, que Ottawa considera proteccionista.
"No hay duda de que todavía hay problemas en la relación bilateral entre Estados Unidos y Canadá", dijo Berg. "Hay cadenas de suministro, está el problema de Keystone XL, por supuesto, que la administración de Biden canceló desde el principio".
Mas allá de las fronteras
También es probable que los tres líderes discutan temas fuera de sus fronteras, como las recientes protestas en Cuba y el embargo económico de Estados Unidos hacia la isla, sobre el cual Biden y López Obrador no están de acuerdo.
Podría también entrar en la agenda lo que se ha descrito por la administración Biden como una elección “falsa” en Nicaragua, que siguió al encarcelamiento por órdenes de Daniel Ortega de opositores, antes de hacerse con un cuarto mandato consecutivo en la nación centroamericana de Nicaragua.
“Asumiría que otros temas críticos en todo el hemisferio también estarán en la agenda”, dijo Jason Marczak, director senior del Centro para América Latina Adrienne Arsht del Atlantic Council. “Muy preocupado por lo que se vio recientemente en Nicaragua con Daniel Ortega ... encarcelar a presos políticos, lo que llevó a una votación falsa en Nicaragua recientemente. Y por eso creo que habrá otros temas regionales que están en la agenda, que son importantes para la colaboración entre Estados Unidos y México, así como también para Canadá”.
Pero, dijo, reunir a estos tres líderes en un solo espacio para discutir estos temas críticos juntos es clave.
“Es importante tener en la agenda tanto los temas en los que hay acuerdo como también los temas en los que, en la superficie, puede que no haya acuerdo”, dijo. "Pero tener una conversación, especialmente una conversación privada, es la mejor manera de al menos poder ver las perspectivas de los demás y ver si se pueden definir algunos puntos en común".
Combate al COVID-19
Tras casi dos años sufriendo el impacto de la pandemia de COVID-19, los programas de fabricación, distribución y aplicación de las vacunas se convirtieron en una causa colectiva en el mundo, pero específicamente en la región. Estados Unidos se ha convertido en un importante impulsor de la campaña.
"Los líderes van a llegar a un acuerdo mediante el cual con Canadá México, vamos a compartir algunas de las vacunas que fueron parte de un intercambio, y las vamos a compartir con la región. Vamos a hacer que expertos en salud pública determinen el momento y la cantidad y los tipos de dosis para que estemos trabajando en América del Norte no solo por nuestro propio bienestar y competitividad, sino como una forma de proyectar y apoyar a nuestros socios regionales para que regresen de la pandemia más fuertes que antes", señaló un funcionario.
Según la fuente EE. UU. compartió con México 10,9 millones de vacunas en el área, lo que equivale al 10% de la existencia total que tienen los países.
En ese sentido, señaló: "Hubo una cierta cantidad de vacunas que Estados Unidos le dio tanto a Canadá como a México como parte de un canje”, e informó que está aun en manos de los expertos determinar la cifra real de lo acopiado.
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