Mientras el número total de casos de COVID-19 registrados en todo el mundo superó los 300 millones el viernes, de los que casi 59 millones pertenecen a EE. UU., la Corte Suprema de este país comenzó a escuchar las impugnaciones al intento del presidente Joe Biden de volver obligatorias las vacunas contra el virus para millones de trabajadores en su búsqueda por frenar el avance de la pandemia.
La resolución, que mantiene dividido al máximo tribunal de justicia de EE. UU., podría tardar semanas en llegar e impactaría a unos 80 millones de empleados, ya que la Corte deberá determinar si la Administración Biden puede o no exigir a empresas con más de 100 empleados que se vacunen antes del 9 de febrero.
"Esta es una pandemia en la que ha muerto casi un millón de personas", afirmó durante audiencia la jueza Elena Kagan. "Es, con mucho, el mayor peligro para la salud pública que ha enfrentado este país en el último siglo. Y esta es la política más orientada a detener todo esto", agregó.
Sin embargo, el presidente del Tribunal John Roberts arrojó dudas sobre el argumento de la Administración de que una ley establecida desde hace medio siglo, la Ley de Seguridad y Salud Ocupacional, confiere una autoridad tan amplia. "Esto es algo que el gobierno federal nunca ha hecho antes", citó.
Mientras que por su parte Scott Keller, ex fiscal general de Texas, que representa a las asociaciones empresariales, dijo que la norma que obliga a vacunarse contra el COVID llevaría a muchos trabajadores a renunciar.
"Provocaría el desplazamiento permanente de trabajadores, lo que afectaría a nuestra economía nacional", argumentó Keller. "Parte de los problemas que estamos viendo con esta norma es que realmente no pretende regular un peligro en el lugar de trabajo", añadió.
Después de un primer día de argumentaciones los tres magistrados liberales del tribunal sugirieron apoyar la regla del empleador; sin embargo, los desafíos legales a las políticas de los estados y grupos empresariales liderados por republicanos y grupos religiosos se encuentran en sus primeras etapas.
Mientras continua el debate, a partir del lunes, se supone que los empleados no vacunados de las grandes empresas deberán usar mascarillas en el trabajo, a menos que la corte bloquee la aplicación de la norma. Pero los requisitos de prueba y las posibles multas para los empleadores no entran en vigor hasta febrero.
Argumentos del Gobierno
La Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA) ha estimado que su reglamento de emergencia salvará, sólo en esta agencia, unas 6.500 vidas y evitará 250.000 hospitalizaciones durante seis meses.
Casi 207 millones de estadounidenses, el 62,3% de la población, están completamente vacunados y más de un tercio de ellos han recibido vacunas de refuerzo, incluidos los nueve magistrados del Supremo.
El tribunal superior está evaluando las políticas de administración de vacunas por primera vez, aunque los jueces han rechazado las solicitudes para bloquear los mandatos a nivel estatal.
Tanto el caso de vacunación llegó a la corte como una emergencia, y la corte tomó el paso inusual de programar argumentos en lugar de simplemente fallar sobre los escritos presentados por las partes. A diferencia de otros casos que escucha el tribunal, una decisión de los jueces podría llegar en semanas, si no en días.
* Con la colaboración de Lenny Castro, desde San Francisco, e información de AP y AFP.
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