El presidente de EE. UU., Joe Biden, se reunió el jueves con los demócratas del Senado en una petición de última hora para revisar las leyes electorales del país, incluso cuando uno de sus correligionarios aseguró que no apoyaría cambiar las reglas legislativas de la Cámara Alta para eludir la oposición republicana, contraria a establecer normas electorales a nivel nacional.
Durante el encuentro, Biden se reunió con la mayoría de la bancada demócrata del Senado para expresar su apoyo a dos medidas que aumentarían en gran medida la supervisión federal sobre las elecciones presidenciales y del Congreso, y establecerían reglas de votación uniformes en todo el país.
Asimismo, los proyectos de ley eliminarían las regulaciones más restrictivas adoptadas por las legislaturas controladas por los republicanos en al menos 19 estados.
Sin embargo, al salir del encuentro, Biden expresó poco optimismo sobre sus posibilidades de obtener la aprobación de la legislación y dijo a los periodistas.
“Espero que podamos lograrlo. La respuesta honesta a Dios es, no sé si podemos hacer esto", citó.
Dado que los 50 republicanos -en un Senado de 100 miembros- se oponen a los dos proyectos que apoya Biden, los demócratas solo pueden aprobarlas cambiando la regla obstruccionista del Senado, que obliga a los defensores de determinadas legislaciones de peso a contar una mayoría calificada de 60 votos.
Los demócratas quieren aprobar la legislación por mayoría simple de 51 a 50, con el voto de la vicepresidenta Kamala Harris, como presidenta que es de la Cámara Alta.
Oposición interna
Pero poco antes de que Biden llegara al Capitolio para reunirse con los legisladores, la senadora demócrata Kyrsten Sinema, de Arizona, dijo en un discurso ante el Senado que apoya el derecho al voto pero que no apoyaría cambiar el obstruccionismo en la Cámara, ni siquiera por el derecho al sufragio.
Otro legislador demócrata centrista, el senador Joe Manchin de Virginia Occidental, también ha expresado constantemente su oposición a cambiar la regla obstruccionista.
“Estos proyectos de ley ayudan a tratar los síntomas de la enfermedad, pero no abordan completamente la enfermedad en sí. Y si bien sigo apoyando estos proyectos de ley, no apoyaré acciones separadas que empeoren la enfermedad subyacente de la división que infecta a nuestro país”, afirmó en clara referencia al obstruccionismo.
Su punto de vista sobre la norma, aunque no es nuevo, supone un duro golpe para los esfuerzos de Biden por avanzar en una parte importante de su agenda legislativa.
Cambio de opinión
El presidente, que fue senador durante 36 años antes de servir como vicepresidente y finalmente acceder a la Casa Blanca, había expresado sus reservas durante su candidatura a la presidencia sobre el abandono del obstruccionismo en el Senado.
Pero el martes en Atlanta, afirmó que “para proteger la democracia, apoyo cambiar las reglas del Senado de la manera que sea necesario para evitar que una minoría de senadores bloquee la acción sobre los derechos de voto”.
Los demócratas afirman que la legislación es necesaria para frenar las reglas de votación adoptadas en los estados liderados por los republicanos que restringen el sufragio, con medidas como reducir el voto por correo o limitar la cantidad de días permitidos para emitir la papeleta anticipada antes de la jornada electoral, tradicionalmente en los primeros días de noviembre.
El expresidente Donald Trump afirmó falsamente que las reglas de votación más indulgentes empleadas en 2020 llevaron a un fraude que le costó la reelección, aunque los responsables del proceso electoral durante más de un año han concluido que cualquier irregularidad que pudiera haber ocurrido no habría cambiado el resultado de la elección.
El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, se ha opuesto rotundamente a los esfuerzos de los demócratas para aprobar los cambios en la votación y ha atacado el discurso de Biden en Atlanta. McConnell ha dicho que los cambios equivaldrían a una extralimitación federal para que los demócratas controlen las elecciones.
El jueves, cuando la maniobra legislativa llegó a un punto crítico, McConnell señaló que “nadie en este país se está tragando la falsa histeria de que la democracia morirá a menos que los demócratas obtengan el control total”.
“Hay un camino a seguir para que mis colegas demócratas respondan al país al que han decepcionado tanto, pero no es tratar de romper el Senado y reescribir las leyes electorales, es comenzar a abordar los problemas que las familias estadounidenses deben abordar”, dijo.
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