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"Vivimos de la caridad": profesores venezolanos relatan su precaria situación


El profesor venezolano Carlos Torres muestra su diploma universitario mientras conversa con la Voz de América en Caracas. Febrero, 2022. Foto: Adriana Núñez Rabascall.
El profesor venezolano Carlos Torres muestra su diploma universitario mientras conversa con la Voz de América en Caracas. Febrero, 2022. Foto: Adriana Núñez Rabascall.

Casi la mitas de los docentes universitarios venezolanos comen menos de tres veces al día. Los bajos salarios no alcanzan y algunos sobreviven gracias a remesas o a la caridad. Cuando se retiran, la situación se agrava.

Casi la mitad de los profesores universitarios en Venezuela come menos de tres veces al día y docentes con años de carrera subsisten gracias a la caridad o a las remesas que envían sus familias en el exterior, dijeron a la Voz de América.

"Realmente no alcanza (…) en tan solo medicinas se va eso. De hecho, no puedo comprar todas las medicinas porque no tengo. No es posible”, dijo el profesor universitario Carlos Torres a la VOA.

Torres lleva cuatro décadas impartiendo clases de economía en la Universidad Central de Venezuela (UCV), la más grande del país. Con estudios de postgrado en Planificación Económica en Inglaterra. Su salario, sumado a las bonificaciones extra, no superan los 50 dólares por mes. Recuerda que cuando comenzó, sus ingresos eran de unos 300 dólares.

En su refrigerador, expone, no cuenta con los alimentos que necesita consumir para llevar a cuestas sus 78 años. En bolsas y envases plásticos acumula cáscaras de piña y residuos de otros vegetales que usa como remedios caseros.

"Debería consumir pescado, no lo puedo comprar. Eventualmente, debería comer pollo, pero si tú ves mi despensa, no tengo pollo (…) Yo estoy comiendo dos veces al día”, comentó el profesor.

Como él, el 48% de los profesores de Venezuela comen menos de tres veces al día, según el Observatorio de Universidades.

La situación se vuelve más grave cuando pasan al retiro y deben conformarse con una jubilación máxima de 11 dólares mensuales, sin posibilidad de generar ingresos adicionales.

"Vivimos algunos de la caridad, para serte honesto; otros de las ayudas que nos pueden hacer llegar familiares, amigos, etcétera”, dijo Torres.

De los 6.000 docentes agremiados a la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela, al menos 1.300 han pedido algún tipo de apoyo.

"Yo todos los días, en el teléfono, recibo mensajes: 'por favor necesito ayuda, no tengo cómo comprar alimentos, no tengo cómo comprar los medicamentos, me tengo que hacer un examen y la cobertura no alcanza’. Lo que estamos viendo, en mi opinión, yo lo llamé holocausto universitario", advierte el presidente de la Asociación de Profesores de la UCV, Víctor Márquez.

Márquez explica a VOA que han visto una “fuga” de talento en el sector universitario, desde el personal obrero hasta el docente. Asegura que el país tiene un futuro “absolutamente incierto” si este “proceso” continúa como va.

Las precarias condiciones de vida de los docentes universitarios han llevado a organizaciones no gubernamentales y a asociaciones gremiales a solicitar donaciones de alimentos para entregarlos a los que están más vulnerables.

Sin embargo, los aportes nunca son suficientes para cubrir a todos aquellos afectados por la crisis económica y la pobreza.

En el Día del Profesor Universitario, celebrado en Venezuela cada 5 de diciembre, el presidente venezolano Nicolás Maduro aseguró, en un mensaje en su cuenta de Twitter, que reconocía a los “hombres y mujeres que forman a los futuros profesionales de la Patria”.

“Agradezco la dedicación y vocación con la que imparten educación liberadora de calidad”, agregó.

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