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Perú presenta 20 restos hallados en ciudad preinca


Momias infantiles aparentemente sacrificadas para acompañar a un noble muerto al más allá y vasijas descubiertas recientemente por arqueólogos que trabajan en la segunda ciudad preincaica más grande de Perú se exhiben en la Universidad de San Marcos, en Lima.
Momias infantiles aparentemente sacrificadas para acompañar a un noble muerto al más allá y vasijas descubiertas recientemente por arqueólogos que trabajan en la segunda ciudad preincaica más grande de Perú se exhiben en la Universidad de San Marcos, en Lima.

Perú es un país con frecuentes descubrimientos arqueológicos de la época Inca y de periodos previos.

Arqueólogos locales presentaron el martes los restos de 20 individuos, ocho de ellos niños, aparentemente sacrificados para “acompañar al mundo de los muertos” a un personaje importante enterrado muy cerca en la segunda ciudad de barro preinca más grande de Perú.

Los restos fueron exhibidos en el local de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de donde proceden la mayoría de arqueólogos que excavan en Cajamarquilla, epicentro del comercio entre los Andes y la costa del Pacífico, que está a 16 kilómetros al noreste del centro de Lima.

Hace nueve días, The Associated Press observó cómo los arqueólogos extrajeron los restos de la zona de excavaciones. Hasta ese momento sólo se habían hallado seis restos de niños y siete adultos. Los demás fueron encontrados en los últimos días.

Todos estaban muy cerca del sepulcro de otra momia —un hombre de clase alta que se cubría el rostro con las manos— que fue descubierta en 2021 y que murió aproximadamente entre los años 800 y 1.000 después de Cristo.

“Fueron depositados con el fin de acompañar” al muerto más importante, dijo Pieter Van Dalen, un profesor de arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, quien codirige el proyecto junto a la arqueóloga Yomira Huamán.

Van Dalen cree junto a los investigadores que los 20 individuos aparentemente habrían sido sacrificados. “Hemos encontrado golpes, fracturas, lesiones severas que evidencian cierta violencia con la cual se está ocasionando la muerte”, dijo.

Los cuerpos de los niños pequeños fueron envueltos con textiles de algodón y amarrados con soguillas. En los lugares de entierro también se hallaron vasijas de arcilla, restos de pescado y de camélidos sacrificados. También se encontró ají, maíz morado, maní y palitos para coser.

“No pensábamos encontrar la gran cantidad de personajes enterrados”, dijo Yomira Huamán junto a los artefactos materiales hallados y colocados en mesas.

Cajamarquilla fue un centro comercial clave donde residían personas de diversas etnias y estaba en un camino que conectaba zonas de los Andes con centros poblados de la costa del Pacífico. Tiene calles, plazas, laberintos y graneros donde se cree que se desarrollaron diversas actividades ceremoniales y administrativas. En la actualidad la zona está rodeada de barriadas y fábricas.

Huamán y sus colegas son los únicos que trabajan en medio del gigantesco complejo de barro de 167 hectáreas ubicado en el distrito de Lurigancho-Chosica y en los alrededores de la capital peruana de casi 10 millones de habitantes. Según expertos, las excavaciones en esa zona son aún mínimas y lo conocido no sobrepasa ni el 1% de todo lo oculto bajo la tierra y el polvo.

Perú es un país con frecuentes descubrimientos arqueológicos de la época Inca y de periodos previos. Los Incas fueron conquistados por los españoles en el siglo XVI. Antes se habían expandido por zonas que incluyen parte de los territorios de Ecuador, Colombia, Chile, Argentina y Bolivia.

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