Las Naciones Unidas concluyeron el viernes que no hay evidencia de que Ucrania tenga un programa de armas biológicas, mientras que Washington y sus aliados acusaron a Rusia de difundir la afirmación no probada como un posible preludio para lanzar sus propios ataques biológicos o químicos.
Rusia convocó la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, de 15 miembros, para reafirmar a través de su enviado, Vassily Nebenzia, sin proporcionar pruebas, que Ucrania administraba laboratorios de armas biológicas con el apoyo del Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Los demás países miembro calificaron la afirmación de "mentira" y "tontería total" y utilizaron la sesión para acusar a Rusia de atacar y matar deliberadamente a cientos de civiles en Ucrania -afirmaciones que Rusia niega- en una ofensiva de 15 días que llama "una operación militar especial".
Izumi Nakamitsu, el Alto Representante de la ONU para Asuntos de Desarme, dijo al consejo que las Naciones Unidas "no están al tanto" de ningún programa de armas biológicas en Ucrania, que hace años se unió a una prohibición internacional de tales armas, al igual que Rusia y Estados Unidos junto con otros los otros 180 países.
En virtud de un acuerdo de 2005, el Pentágono ha ayudado a varios laboratorios de salud pública de Ucrania a mejorar la seguridad de los patógenos peligrosos y la tecnología utilizada para la investigación. Esos esfuerzos han sido apoyados por otros países y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La enviada de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, dijo que Washington estaba "profundamente preocupado" por lo que calificó como un "esfuerzo de bandera falsa" para sentar las bases para su propio uso de armas biológicas o químicas en Ucrania.
La embajadora dijo que Rusia estaba representando un escenario afirmado en el consejo el mes pasado por el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken: que el presidente Vladimir Putin “fabricaría acusaciones sobre armas químicas o biológicas para justificar sus propios ataques violentos contra los ucranianos".
“La intención detrás de estas mentiras parece clara y es profundamente preocupante”, dijo. “Creemos que Rusia podría usar agentes químicos o biológicos para asesinatos, como parte de un incidente de bandera falsa o escenificado, o para apoyar operaciones militares tácticas”.
Aunque no proporcionó evidencia de una amenaza inminente de Rusia durante la reunión, dijo que "Rusia tiene un historial de acusar falsamente a otros países de las mismas violaciones que la propia Rusia está perpetrando".
En respuesta a la declaración de Thomas-Greenfield, Nebenzia recordó a los estadounidenses el testimonio del entones secretario de Estado, Colin Powell, ante el Consejo de Seguridad en 2003, cuando presentó lo que Washington afirmó que era una prueba de que Irak estaba ocultando programas prohibidos de armas de destrucción masiva.
Estados Unidos usó la afirmación, que resultó ser falsa, para justificar su invasión estadounidense de Irak en 2003.
En respuesta al enviado ruso, Thomas-Greenfield dijo: "Sé que espera que responda, pero no vamos a darle más tiempo de aire a las mentiras que está escuchando hoy".
La estrategia de EE.UU.
Thomas-Greenfield dijo que desde que Rusia comenzó a acumular fuerzas cerca de las fronteras de Ucrania, la estrategia de Washington ha sido contrarrestar las tácticas de Moscú y compartir lo que sabe con el mundo.
“No vamos a permitir que Rusia se salga con la suya mintiendo al mundo o manchando la integridad del Consejo de Seguridad usándolo como un lugar para legitimar la violencia de Putin”, dijo.
“No nos sentamos en esta cámara para ser audiencia de la propaganda interna de Rusia”, agregó Thomas-Greenfield. “Y no debemos permitir que Rusia abuse de su asiento permanente para difundir desinformación y mentiras, y pervertir el propósito del Consejo de Seguridad”.
Eco de los aliados estadounidenses
Los aliados de Estados Unidos se hicieron eco de las preocupaciones de Thomas-Greenfield de que el gobierno del presidente ruso Vladimir Putin estaba difundiendo la afirmación de un programa de armas biológicas respaldado por Estados Unidos en Ucrania para preparar sus propios ataques químicos o biológicos en Ucrania.
"Al consejo no se le debe servir con fantasías o cuentos de hadas, sino con pruebas verificadas y colaboradas de forma independiente", dijo Ferit Hoxha, embajador de Albania, miembro de la OTAN.
"Por lo tanto, deberíamos estar muy preocupados de que al difundir tal desinformación, un crescendo de acusaciones sobre armas de destrucción masiva pueda servir como otro pretexto para que Rusia prepare el terreno y use armas químicas o biológicas durante su actual invasión de Ucrania", dijo.
El embajador francés, Nicholas de Riviere, señaló, al igual que varios otros enviados, que Rusia supuestamente usó un agente nervioso en intentos fallidos de matar al líder opositor encarcelado Alexei Navalny y a un ex oficial de inteligencia ruso, Sergei Skripal, que desertó a Reino Unido, y a su hija.
La embajadora británica ante la ONU, Barbara Woodward, calificó las acusaciones como "todas tonterías" y dijo que "Rusia se está hundiendo a nuevas profundidades hoy, pero el consejo no debe dejarse arrastrar con eso".
La jefa de desarme de la ONU, Izumi Nakamitsu, dijo al consejo que estaba al tanto de los informes de los medios sobre las denuncias de programas de armas biológicas y dijo: “Las Naciones Unidas no tienen conocimiento de ningún programa de armas biológicas”.
La oficina de derechos humanos de la ONU ha recibido "informes creíbles" de que las fuerzas rusas están utilizando municiones en racimo en Ucrania, incluso en áreas pobladas, lo cual está prohibido por el derecho internacional humanitario, dijo la subsecretaria general Rosemary DiCarlo al Consejo de Seguridad.
* Con información de Reuters y AP.
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