En su incesante ataque a la ciudad portuaria de Mariúpol, las fuerzas rusas bombardearon el sábado una mezquita donde se refugiaban más de 80 personas, incluyendo niños, dijo el gobierno ucraniano. Los combates se intensificaron también a las afueras de la capital, Kiev.
Por el momento no había información sobre posibles víctimas en el ataque al templo. Mariúpol ha sido testigo de las mayores miserias de la guerra de Rusia en Ucrania ya que la constante ofensiva de Moscú ha impedido los repetidos intentos de llevar agua y alimentos a la ciudad y de evacuar a los civiles atrapados.
Un periodista de Associated Press presenció el cañoneo por tanques de un edificio residencial de nueve pisos en la ciudad y estuvo con un grupo de trabajadores hospitalarios atacados por francotiradores. Un trabajador sobrevivió a una herida en la cadera, pero la situación se deterioraba en el hospital, donde la electricidad estaba reservada para los quirófanos, y había gente en los pasillos.
Allí se encontraba Anastasiya Erashova, que lloraba y temblaba con un niño dormido en brazos. Los cañonazos acababan de matar a su otro hijo y el hijo de su hermano, dijo. Su cabeza estaba cubierta de sangre seca.
“Llegamos a (la casa) de mi hermano, todos juntos. Las mujeres y los niños fueron al sótano y entonces un obús impactó el edificio”, dijo. “Estábamos atrapados bajo tierra y dos niños murieron. Nadie pudo salvarlos”.
El mando militar ucraniano dijo el sábado que las fuerzas rusas tomaron los suburbios orientales de Mariúpol y estrecharon el cerco en torno al puerto estratégico. La toma de Mariúpol y otros puertos sobre el mar de Azov les permitiría abrir un corredor terrestre a Crimea, que Rusia arrebató a Ucrania en 2014.
En su mensaje vespertino por video, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy alentó a su pueblo a seguir peleando.
“Es imposible calcular cuántos días necesitaremos para liberar nuestra tierra, pero es posible decir que lo haremos”, dijo desde Kiev.
Cerco a Kiev
Por otra parte, las sirenas antiaéreas sonaron en toda la región capitalina y las descargas de artillería llevaron a los residentes allí a correr en busca de refugio. Los combates estallaron en múltiples zonas en torno a Kiev.
El lento y demoledor intento del ejército de rodear la ciudad y la ofensiva sobre otros centros de población con artillería y ataques aéreos reflejan las tácticas rusas empleadas en campañas anteriores, especialmente en Siria y Chechenia, para aplastar a la resistencia armada.
La artillería azotó los suburbios al noroeste de Kiev. En la localidad de Vaslkyiv, al suroeste de la capital, un ataque a un depósito de munición provocó dos columnas de humo, una negra y una blanca. El incidente causó cientos de pequeñas explosiones por la detonación de la munición.
Hasta el viernes, la cifra de muertos en Mariúpol superaba las 1.500 personas en 12 días de ofensiva, según la alcaldía. Un ataque letal contra un hospital de maternidad de esta urbe de 446.000 habitantes esta semana generó indignación en todo el mundo y acusaciones de crímenes de guerra.
Los continuos bombardeos obligaron a los operarios a dejar de cavar zanjas para las fosas comunes, por lo que “los muertos ni siquiera están siendo enterrados”, afirmó el alcalde.
El ejército de Moscú ha atacado más de una docena de hospitales desde el comienzo de la invasión el 24 de febrero, según la Organización Mundial de la Salud. Funcionarios ucranianos reportaron el sábado que la artillería pesada rusa causó daños en un hospital oncológico y en varios edificios residenciales en Mikolaiv, una ciudad a 489 kms (304 millas) al oeste de Mariúpol.
Nuevas imágenes satelitales de una firma comercial captaron al parecer fuego de artillería sobre zonas residenciales que están entre las posiciones rusas y la capital. Las imágenes de Maxar Technologíes muestran los destellos y el humo de los cañones de gran tamaño, así como los cráteres causados por el impacto de los obuses y las casas incendiadas en la localidad de Moschun, explicó la compañía.
El director médico del hospital, Maksim Beznosenko, dijo que en el complejo había varios cientos de pacientes en el momento del ataque, pero no se registraron muertes.
Las fuerzas invasoras rusas han tenido más dificultades de las esperadas contra los decididos combatientes ucranianos. Pero el poderío militar ruso amenaza con superar al ejército local a pesar del continuo flujo de armas y otras ayudas que Occidente envía al gobierno elegido democráticamente, de corte occidental.
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