La policía buscó hasta altas horas de la noche al pistolero que abrió fuego el martes en un tren del metro en Brooklyn, en un ataque que dejó 10 heridos de bala y volvió a interrumpir el largo camino de la ciudad de Nueva York hacia la normalidad postpandémica.
La búsqueda se centró en parte en el hombre que, según las autoridades, alquiló una furgoneta que podría estar relacionada con la violencia.
Los investigadores insistieron en que no estaban seguros de si ese hombre, Frank R. James, de 62 años, era el responsable del tiroteo. Pero las autoridades estaban examinando los videos publicados en redes sociales en los que denunció que Estados Unidos era un lugar racista sumido en la violencia y en los que a veces atacaba al alcalde de la ciudad, Eric Adams.
“Esta nación nació en la violencia, se mantiene viva gracias a la violencia o la amenaza de ella y va a tener una muerte violenta. No hay nada que lo impida”, dijo James en un video.
Keechant Sewwell, comisionada de Policía, señaló que las publicaciones eran “preocupantes” y las autoridades reforzaron la seguridad de Adams.
El pistolero lanzó granadas de humo en un vagón atestado del metro y luego realizó al menos 33 disparos con una pistola de calibre 9 mm. Cinco de las personas baleadas tenían pronóstico crítico pero se espera que sobrevivan. Al menos una docena más fueron atendidas en hospitales por impactos de bala, inhalación de humo y otras afecciones.
Un pasajero, Jordan Javier, pensó que el primer sonido que escuchó era un libro cayendo al piso. Después hubo otro estallido, la gente comenzó a moverse hacia la parte delantera del vagón y se dio cuenta de que había humo, relató.
Cuando el tren entró en la estación, la gente salió corriendo y se dirigió a otro convoy al otro lado del andén. Los pasajeros lloraban y rezaban mientras se alejaban del lugar, contó Javier.
“Estoy agradecido de estar vivo”, afirmó.
El agresor huyó en medio del caos, dejando atrás el arma, cargadores de alta capacidad, un hacha, granadas de humo detonadas y no detonadas, un bote de basura negro, un carro organizador, gasolina y la llave de un camión U-Haul.
La llave condujo a los investigadores hasta James, que tiene direcciones en Filadelfia y Wisconsin, explicó el jefe de detectives de la policía, James Essig. La furgoneta se encontró más tarde, vacía, cerca de una estación de tren donde, según los investigadores, el pistolero accedió a la red de metro de la ciudad, agregó Essig.
Los videos publicados en YouTube supuestamente por James, quien es negro, están repletos de lenguaje violento y comentarios intolerantes, algunos contra otras personas negras.
En uno publicado el 11 de abril critica la delincuencia contra los negros y dice que se necesitan medidas drásticas. Varias de las grabaciones mencionan el metro de Nueva York.
En un video del 20 de febrero, dice que el plan del alcalde y de la gobernadora para abordar el problema de la indigencia y la seguridad en el metro “está condenado al fracaso” y se refiere a sí mismo como una “víctima” de los programas de salud mental de la ciudad. En otro del 25 de enero critica el plan de Adams para acabar con la violencia armada.
Adams, que está en cuarentena tras arrojar positivo al COVID-19 el domingo, dijo en una declaración en video que la ciudad “no permitirá que los neoyorquinos sean aterrorizados, ni siquiera por un solo individuo”.
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